Cuando uno recorre las angostas cordilleras del norte de Vietnam, frecuentemente se cruza con niños y niñas, pertenecientes a minorías étnicas, que suben y bajan los caminos de tierra con un cesto lleno de leña a la espalda.

Estos niños y niñas deberían estar estudiando, jugando, viviendo la infancia en toda la magia de la palabra, sin embargo, las prácticas tradicionales de sus comunidades les designan un rol como portadores precoces.

Por costumbre y por creencia, las familias cocinan siempre con fuego de leña; la comida de la familia, la de los animales, todo, conlleva un gasto de leña. Quemar leña conlleva múltiples riesgos para las familias y su entorno. En primer lugar se genera gran cantidad de humos, ya que la fogata se prepara en el interior del hogar, provocando conjuntivitis, bronquitis y patologías mayores como cáncer de pulmón. Además, se deforestan los bosques cercanos, ya que cada familia necesita entre 100 y 200 kilos de leña semanalmente. Los niños y niñas de estas familias y ocasionalmente sus madres, deben emplear mucho tiempo y esfuerzo en la recolección de madera, impidiéndoles poder acudir a la escuela o jugar.

Reconocido el problema, en CODESPA comenzamos a pensar en las posibles soluciones, y descubrimos la posibilidad de sustituir ese fuego por unos hornos de barro, que permitieran retener el calor de forma eficiente y, así, evitar el uso innecesario de leña. Los hornos, también denominados cocinas eficientes en  otros países, no generan humos y permiten cocinar durante varias horas reduciendo el consumo de leña hasta un 90% respecto al método convencional.

Gracias a la experiencia acumulada en el desarrollo de mercados de fertilizantes, biogás, letrinas y otros productos, hemos trabajado con grupos de albañiles locales, formándoles en construcción e instalación de hornos, además de reforzar sus técnicas de promoción y venta. Paralelamente, hemos lanzado campañas de sensibilización y comunicación para concienciar a los hogares de los beneficios de los hornos y así, se ha creado una demanda gradual, logrando que en menos de doce meses más de 400 familias cuenten, ahora, con hornos saludables.

Lograr esto no es fácil, puesto que los hogares pertenecientes a minorías étnicas son muy resistentes al cambio y además no hacen cosas sin motivo, por ejemplo, cocinar con fuego en el interior de las casas sirve para dar calor, ahuyentar animales y a su vez, para secar las hojas de palma que cubren el techo de sus cabañas. Por eso, el mercado se ha adaptado a la cultura local, de forma que los hogares, durante el invierno, tengan pequeñas fogatas donde cocinar su alimento, pero que cocinen para los animales, con los hornos durante todo el año.

A través de este proyecto queremos ayudar a satisfacer las necesidades de los hogares más vulnerables a través de la formación de albañiles especializados en hornos saludables y sostenibles, y facilitando que las familias vietnamitas puedan tener acceso a ellos.

Nos gustaría que nos ayudarais a llegar a más familias vietnamitas con tu voto. Sólo tienes que votar en Twenergy Actúa a nuestro proyecto y nos donarán 6.000€, que irán destinados a ayudar a estas familias.

* (Votaciones ya cerradas)

* Este texto está adaptado de un artículo de Ricardo Fernández (Delegado de Vietnam).