Las empresas privadas se encuentran ante una realidad que no pueden obviar: deben tener un propósito social dentro de su estrategia comercial. Las necesidades globales les empujan a hacer fuerza para contribuir a que poblaciones desfavorecidas comiencen a salir adelante con firmeza. Es ahí donde entran los negocios inclusivos, es decir, acciones de mercado para luchar contra la pobreza. No por ello se trata de una obligación, sino de una oportunidad para aquellas compañías que decidan dar el paso. Cada vez son más.

Todo ello sin rehuir la rentabilidad de estas iniciativas. La base de la pirámide, esto es, los segmentos de colectivos que han sido olvidados en las cadenas de valor de los negocios, tiene una capacidad de compra de 5.000 millones de dólares en productos y servicios, además de representar más de la mitad de lo que actualmente se consume en los mercados emergentes y economías en desarrollo. Por lo tanto, es un aspecto que no se debe ignorar, ya que situar a estos grupos como clientes con una demanda sin cubrir o como proveedores, distribuidores o empleados de dichas cadenas de valor permite pensar en soluciones que logren una escala y alcance mucho mayor. En otras palabras, estas actividades propician tanto un beneficio económico como social. Todos ganamos.

La atención se dirige hacia las personas más vulnerables y se les presenta un camino por el que avanzar. Uno de estos ejemplos es el agrocrédito en República Dominicana, que junto con el Banco ADOPEM diseñamos para satisfacer las particularidades y necesidades del sector agropecuario y del pequeño agricultor. De esta forma la empresa accede a un nuevo mercado desatendido y los destinatarios mejoran su calidad de vida.

Ventanas solidarias

Los negocios inclusivos son oportunidades interesantes para las empresas. Reúnen una serie de aspectos de suficiente peso para lanzarse a ello: buscar clientes que ya no se encuentran en los mercados saturados; mejora el valor de la marca y la obtención de licencia para operar, puesto que aumenta el control y la estabilidad en cadenas de valor que operan en contextos de pobreza; promueven la innovación a través de modelos de negocio, con nuevas formas de distribución e integración en la cadena; fortalece la cadena de suministro, incluye y fideliza proveedores; mejora las competencias de los trabajadores al tiempo que la población se beneficia de salarios más altos para contribuir al desarrollo de la economía, y retiene el talento, incrementa el sentido de pertenencia y satisfacción del empleado.

El planeta necesita un cambio y uno de los pasos a dar es involucrar a todos, sin que nadie se quede atrás. Por ello, si realmente queremos cambiar el mundo, es primordial crear oportunidades económicas e involucrar directamente a los grupos que las demandan. Las empresas deben incluir en sus estrategias a las poblaciones vulnerables.

Negocios inclusivos: ¿Quieres saber más?

En esta presentación, resumimos los aspectos esenciales de esta manera de hacer negocio:

Desde CODESPA desarrollamos proyectos de negocios inclusivos en América Latina, Asia y África. Cada año, sumamos nuevos casos de éxito, a través de alianzas estratégicas. La inclusión de pequeños productores de café colombianos en la cadena de mercado de Supracafé es una experiencia valiosa. De nuestro trabajo en Colombia también resultó esta Nota Técnica, accesible a actores que quieran replicar nuestra experiencia:

FRUCAP: Negocios Inclusivos para promover la seguridad alimentaria.

Otros ejemplos son:

• Sector agrícola en Ecuador: 1.200 productores aumentan sus ingresos gracias a la mejora en las condiciones comerciales que reciben de varias empresas locales del país. Con el apoyo de Cooperación Española y la participación de marcas como Hoja Verde, Alpina o Paqocha.
• Algas marinas en Filipinas: mejora de la resiliencia de las comunidades frente a desastres naturales y poder obtener un medio de vida que se mantenga. Con el apoyo de Cooperación Española y la participación de CEAMSA.
• Turismo rural comunitario en Perú, Bolivia y Ecuador: ampliamos los servicios de la empresa Amadeus para ayudar a comunidades vulnerables a que mejoren sus servicios turísticos y pudieran insertarse en las rutas que esos entornos tenían. Así consiguen un empleo digno.

En definitiva, los negocios inclusivos son una oportunidad para que las empresas puedan involucrarse en los nuevos objetivos de desarrollo sostenible desde el corazón de sus propios negocios, con un enfoque de mercado y siempre con la meta de mejorar las condiciones de vida de su stakeholder.