La semana pasada celebramos el VII Ciclo de RSE+D en Madrid y Barcelona. En esta ocasión, nuestro objetivo era tratar un tema que cada día apremia más hacer frente, el cambio climático.

Y sus consecuencias nos afectan de forma directa. Los polos se derriten, la temperatura media de la Tierra aumenta, sequías e inundaciones son cada vez más continuas, provocando terribles hambrunas entre la población. Y por desgracia, al igual que la pobreza es injusta y desigual, el cambio climático también lo es, los más vulnerables son los que más los sufren. Sin capacidad de adaptarse a los efectos del cambio climático, ni de recuperarse de ellos, su situación de pobreza se recrudece.

Las consecuencias de los efectos del cambio climático son terribles. Se pierden cosechas, especies de animales desaparecen, ecosistemas que mueren provocando que las poblaciones deban abandonarlo todo y migrar de forma masiva, entre otras muchas. Por eso, el cambio climático se incluye entre los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible y el pasado mes de diciembre, se celebró la #COP21, con la misión de conseguir un acuerdo entre 195 líderes mundiales para frenar el aumento de la temperatura global de la Tierra y las emisiones de CO2.

Conclusiones del ciclo: empresa privada elemento fundamental

Desde CODESPA somos plenamente conscientes de la importancia del sector privado en la lucha contra la pobreza y el cambio climático. Sin embargo, en esta ocasión pudimos observar que las empresas también son conscientes de ello y de la importancia de no poder dejar pasar este momento.

Iniciativas espectaculares como AgroLac del BID favorecen e impulsan la participación de las empresas en el desarrollo de una agricultura sostenible. Como Esther Rodríguez nos contó, en 2050 seremos 9.000 millones de personas en el mundo. Para alimentar a toda la población debemos aumentar la producción de alimentos en un 70%, ¿pero cómo hacerlo si cada día, debido a los efectos del cambio climático, perdemos capacidad de producción en muchas zonas del mundo?

AgroLac tiene por objetivo incrementar la productividad de manera sostenible en alianza con otros actores privados, públicos y ONG: asistencias técnicas, estudios investigaciones en sectores agroforestal, pesca, fortalecimiento institucional, agricultura…

Una investigación que cada día debe estar más presente en lo referente a desarrollar actividades y proyectos para la adaptación al cambio climático. No solo medir e investigar para conocer el contexto, también desarrollar soluciones, tal como nos contó Fundación Canal. Conocer cómo está cambiando el entorno y cómo las consecuencias del cambio climático afectan a la actividad humana, nos permitirá encontrar soluciones a estos terribles problemas.

Además vimos que la empresa no tiene solo un papel importante en frenar la actividad que está provocando el cambio climático, también se presenta con un papel primordial para minimizar y ayudar a adaptarnos a sus consecuencias. Unilever y Cafés Novell nos acercaron como desde replantearse la cadena de producción o incluso el modelo de negocio, está ayudándoles a impulsar iniciativas innovadoras y sostenibles, que les permitirán formar parte de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible. Porque aunque es cierto el que existe un “Objetivo nº13: Acción por el clima”, el cambio climático tiene impacto en otros muchos de estos objetivos.

Por último, en estos ciclos también tuvimos la oportunidad de conocer a SUPRACAFÉ, una empresa que nos acercó como se adaptan al cambio climático y, de una forma responsable tratan de fortalecer al pequeño agricultor.

En el mundo del café la tecnología suele estar concentrada en los últimos procesos de la cadena. Desde SUPRACAFÉ quieren llevar esta tecnología al principio, conocer como el entorno vegetal afecta a sus cosechas e investigar, no solo para ofrecer el mejor café, también para hacerlo a través de una agricultura sostenible.

Desde CODESPA queremos agradecer a todas las empresas que asististeis y en especial a los ponentes. Sabemos que las poblaciones más vulnerables, también son las más vulnerables ante los cambios climáticos. Hemos visto como pequeños agricultores, de Sigchos, Cotopaxi (Ecuador), que plantaban sus cosechas hace 7 años en septiembre, ahora se ven obligados a hacerlo en enero. Ver que cada día más empresas se suman para frenar el cambio climático, nos enseña que estamos a tiempo de lograr grandes avances.