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Las mujeres indígenas son el motor de desarrollo económico de Guatemala

Las mujeres indígenas son el motor de desarrollo económico de Guatemala

Guatemala es la economía más grande de Centroamérica, pero se ubica dentro de los países con mayores niveles de desigualdad de Latinoamérica. En las zonas rurales y entre la población indígena, existen altos niveles de pobreza y los índices de desnutrición crónica y de mortalidad materno-infantil son muy elevados.

La mujer guatemalteca: una brecha de desigualdad

Las mujeres guatemaltecas representan el 51% de la población total del país, pero lamentablemente, siguen estando discriminadas, siendo ignoradas y excluidas históricamente de los beneficios del desarrollo, del reconocimiento de la equidad y del respeto a sus derechos y libertades fundamentales. Las grandes brechas de desigualdad se encuentran en derechos básicos como la educación, salud, empleo, acceso a la financiación, salario, vivienda, alimentación y participación política con relación a los hombres. Y esta situación es todavía más compleja y aguda en las zonas rurales, donde la mayoría de las mujeres son indígenas.

A pesar de eso, si uno se adentra en la realidad rural de Guatemala, verá de inmediato que las mujeres indígenas son el motor del desarrollo de la economía y la vida rural. Para potenciar ese desarrollo, para contribuir a la independencia económica de la mujer y a la igualdad en derechos, desde CODESPA promovemos la creación de grupos de mujeres en las áreas rurales. En estos grupos las mujeres conocen, se forman y disfrutan de los beneficios del ahorro y la educación financiera.

Este nuevo conocimiento les permite tener acceso a fondos que ellas mismas pueden gestionar para mejorar su educación, su salud, o sus actividades productivas y de trabajo. Lo más importante, no solo el de ellos, también el de toda su familia.

Grupos de mujeres: qué cambio están creando

En CODESPA, capacitamos y acompañamos a grupos de 20 mujeres en cada municipio, que se reúnen semanalmente, y donde impartimos formación en educación financiera, potenciando el ahorro, de manera que, pasadas unas semanas, las mujeres cuentan ya con fondos propios, fruto de sus esfuerzos. Ellas mismas pueden reasignar estos fondos, en forma de créditos, a aquellas mujeres que quieran invertir en algún tipo de actividad productiva, salud o educación o cualquier necesidad que tengan y que el grupo apruebe. Todas las decisiones las toman ellas mismas. La participación y el empoderamiento son claves para el éxito de la metodología que trabajamos junto a ellas.

Los créditos concedidos van directamente a satisfacer las necesidades particulares de cada mujer que los solicita, siendo ellas mismas sus propias jefas y gestoras. Las mujeres adquieren autonomía, mejoran su autoestima, y aumentan su participación económica y social dentro de su comunidad.

Todas las mujeres del grupo han de aportar capital en función de sus posibilidades, con un mínimo establecido acordado por ellas mismas. Y el conocimiento que se crea en el medio plazo, genera la capacidad de otorgar créditos y generar utilidades para las ahorradoras.

Los resultados no pueden ser mejores. Los ahorros se incrementaron en más de 200% durante los primeros 24 meses. Aunque sus ingresos sean bajos siempre se generan fondos que luego se convierten en créditos que mejoran su vida: educación para sus hijos, creación de un micro negocio, compra de herramientas para el cultivo de la tierra, adquisición de bienes para su venta, etc. La tasa de devolución de los créditos supera el 99%.

Las mujeres se dan cuenta de que pueden y quieren gestionar sus propios fondos y que el acceso a la financiación les abre puertas que antes estaban cerradas, accediendo así a nuevas oportunidades y a una mejora de sus ingresos del 25%.

Se sienten agradecidas por tener la oportunidad de conocer y aprender, orgullosas, porque pueden ver todo lo que está cambiando y como la vida de sus familias mejoran; con más fuerza que antes, son capaces de cambiar el mundo que les rodea.

Las guatemaltecas no sólo han adquirido educación financiera y la posibilidad de acceder al crédito, ahora también son conscientes del papel tan importante que juegan dentro de su comunidad. Mejorando sus ingresos deciden que van a salir adelante, a luchar por sus sueños y a disfrutar de un futuro más justo, seguro y prometedor. En CODESPA les ayudamos a cumplir sus sueños.