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Mujeres artesanas, un movimiento por la paz en el interior de un conflicto armado

Mujeres artesanas, un movimiento por la paz en el interior de un conflicto armado AECID colombia

En Colombia 15.400.000 personas viven en situación de pobreza, estando 4.800.000 de ellos en situación de pobreza extrema. El continuo conflicto armado ha provocado estos altos índices de pobreza, distribuyéndose de una forma desigual. Mientras que algunas zonas urbanas existen índices de pobreza del 25%, en las zonas rurales una de cada dos personas es pobre. En zonas rurales del Departamento del Cauca, estos índices de pobreza pueden llegar a ser superiores del 60%. Las mujeres sufren aislamiento, como consecuencia del conflicto y de discriminación por motivos de género y etnia.

En las zonas rurales las mujeres fueron relegadas a cuidar sus casas, sin la posibilidad de acceder a la educación y formación y así ser autosuficientes. En un segundo plano sin capacidad de contar sus historias, y privadas de autoestima para reclamar su sitio en una Colombia que ha de cambiar. En este contexto entra la cooperación, de la mano de AECID.

La AECID ha hecho posible el proyecto de “fortalecimiento del tejido productivo y las capacidades de participación política y social de 273 mujeres indígenas y campesinas para la promoción y el ejercicio efectivo de sus derechos económicos, sociales y culturales, en el departamento del Cauca”. Es una muestra del papel de la cooperación española en este país, enfocada en la transferencia del conocimiento y apoyo a la sociedad civil.

Las mujeres lideran el cambio para acabar con la violencia

Las mujeres se están convirtiendo en protagonistas del desarrollo, ayudando a que las nuevas generaciones, niños y niñas, jóvenes… no vean en las armas el futuro. “Empuñando artesanías”, trabajando juntas y comercializando estos productos, su actividad tradicional y su cultura se está convirtiendo en una fuente de ingresos complementaria para sus casas.

Ahora ellas hablan más, te alzan la mirada cuanto te hablan, comparten lo que sienten… Orgullosas de su trabajo ven como su autoestima e independencia aumentan y como la formación les ayuda a mejorar el diseño y la calidad de sus productos y poco a poco, acceder a la venta de sus propias artesanías. Ahora su trabajo es reconocido.

Esto solo es el principio para promover y reclamar sus derechos fundamentales. Por ello, queremos ayudar a 273 mujeres indígenas y campesinas más, un proyecto que les permitirá mejorar sus condiciones de vida.