Acciones que pueden parecernos tan cotidianas como ducharnos o llenar un vaso de agua del grifo siguen siendo un lujo para 1 de cada 9 personas en el mundo.

A pesar de que muchas veces damos por hecho estos gestos, no debemos olvidar que en países como España, EEUU, Japón… las cosas no siempre fueron así. Recordemos que hasta hace poco más de 100 años el uso de servicios de saneamiento adecuados era un objetivo aún remoto, no solo en zonas urbanas o pequeñas ciudades, también incluso para las metrópolis más avanzadas del planeta. Ciudades como Paris, Nueva York o Londres eran foco de enfermedades infecciosas, teniendo índices de mortalidad infantil tan altos como lo que hay ahora en el África Subsahariana.

Actualmente todavía 1 de cada 3 personas no tiene acceso a letrinas

En la actualidad, solamente el 64% de la población mundial tiene acceso a letrinas. Este dato, que puede parecer escasamente relevante, es sin embargo crucial. La historia nos ha demostrado que el progreso humano está estrechamente ligado a la mejora en el ámbito del agua y el saneamiento.

5 cosas que cambiarían en tu vida sin acceso a letrinas

Por eso, piensa por un momento cómo sería tu vida si tampoco tú tuvieras acceso a letrinas:

1. Nos sería imposible adoptar uno de los hábitos higiénicos más importantes de la vida cotidiana.
2. Enfermedades relacionadas con el agua, como la diarrea, se propagarían con enorme facilidad entre nuestras familias.
3. Los centros de salud se verían colapsados.
4. Seríamos mucho menos productivos, con lo que la economía nacional se resentiría gravemente.
5. Las niñas tendrían mucho más difícil su acceso a la escuela por falta de instalaciones sanitarias adecuadas para ellas.

Dos terceras partes del mundo están cubiertas por agua, y sin embargo, la falta de acceso al agua potable provoca numerosas enfermedades y pobreza. Cada 22 de marzo, con motivo del Día Mundial del Agua, es importante recordar que una población equivalente a casi toda Europa, 750 millones de personas, no tienen acceso a agua potable.

El saneamiento inadecuado, el agua contaminada y la falta de higiene hacen que millones de personas en los países en desarrollo sufran enfermedades que se podrían evitar. A pesar de ser prevenibles, los trastornos relacionados con el agua y el saneamiento aún constituyen uno de los problemas de salud más importantes del planeta. Más de 840.000 personas (un número superior al de la población de la ciudad de Valencia) mueren cada año por enfermedades relacionadas con el agua.

El fomento de las prácticas de higiene es otro de los aspectos que genera grandes beneficios para la salud, especialmente en países en desarrollo, donde sus consecuencias también son más graves. Se ha demostrado que un gesto tan sencillo como lavarse las manos con agua y jabón reduciría en aproximadamente un 23% los casos de diarrea, que está considerada como la cuarta causa de muerte entre los niños y las niñas.

Gestos tan cotidianos como beber o lavarse, se convierten en imposibles

En los países de nuestro entorno, donde el agua tiene un precio relativamente bajo, a menudo no valoramos suficientemente su importancia. Por el contrario, en muchas zonas del planeta, ésta adquiere un alto valor. Las mujeres y las niñas se ven obligadas a pasar gran parte del día yendo a buscar el agua que su familia necesita para gestos tan cotidianos como beber, cocinar o lavarse. Para ello tienen que caminar muchos kilómetros diariamente para llegar a fuentes de agua, muchas veces contaminadas. Tanto la falta de agua como de saneamiento adecuado encierra a las mujeres en un círculo de pobreza del que es muy difícil salir. Tareas como la recolección de agua les impide acudir a la escuela cuando son niñas, mientras que cuando son mayores no les permite realizar actividades productivas.

Sin embargo, esto no termina aquí. Las mujeres y las niñas son también las principales víctimas de un saneamiento inadecuado y deficiente. La falta de unas instalaciones seguras, separadas e íntimas en las escuelas es uno de los principales factores que impiden que las niñas asistan a clase.

Objetivo de desarrollo del milenio: reducir a la mitad las personas sin acceso a servicios de saneamiento

A pesar de los avances obtenidos en la cobertura del saneamiento a lo largo de los últimos 15 años, todavía algunas regiones y países no podrán alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento.

Se calcula que cada dólar invertido en agua y saneamiento, se traduce en 4 dólares de beneficios. Y sin embargo, sólo el 6% de la ayuda internacional se destinó a este sector en el año 2011, según datos de la OCDE.

Desde CODESPA estamos comprometidos en cambiar estas cifras, para que enfermedades como la diarrea sean historia. Y contribuimos al logro de este objetivo a través de varios proyectos. Por ejemplo, en la provincia de Yen Bai, en Vietnam, sensibilizamos para favorecer hábitos higiénicos y trabajamos con microempresas para impulsar la instalación de letrinas higiénicas. Gracias a este proyecto, hemos logrado reducir al 42% los casos de diarrea en estas comunidades.