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Mejoras en los cultivos de soja en Angola aumentan los ingresos de los agricultores más vulnerables

Mejoras en los cultivos de soja en Angola aumentan los ingresos de los agricultores más vulnerables

La soja es un cultivo muy valorado en materia de nutrición y desarrollo agrario. Esta leguminosa tiene la particularidad de aportar nitrógeno al suelo, mejorando considerablemente su calidad. Además, es un producto relativamente sencillo de cultivar y muy resistente a pestes y enfermedades. En el plano nutricional, es el único vegetal que es fuente completa de proteínas lo que, complementado con otros minerales y aminoácidos que también contiene, lo convierten en un alimento muy nutritivo. Por esta razón, la soja es muy popular en las estrategias de desarrollo agrario y en los programas de ayuda alimentaria.

Angola, país en el que trabajamos activamente contra la pobreza a través de nuestra delegación, tiene un amplio potencial para la producción agrícola ya que cuenta con grandes extensiones de tierra cultivables. Sin embargo, los pequeños productores no consiguen que sus cultivos alcancen la rentabilidad necesaria para salir del círculo de exclusión social y desigualdad en el que se encuentran.

Desde CODESPA, hemos elaborado una nota técnica que aborda los retos a los que se enfrentan los pequeños agricultores y propone una serie de recomendaciones para conseguir minimizar los riesgos que afectan a la producción y maximizar así su rentabilidad. Para ello, hemos trabajado con cinco cooperativas de las zonas de Huambo y Bié, analizando sus procedimientos internos así como los factores externos de los que dependen sus cultivos.

De esta investigación se desprenden consejos procedimentales como el de cortar la planta en lugar de arrancarla o aplazar el momento de la siembra del 15 de noviembre al 15 de diciembre. La fecha en la que se decide plantar las semillas es una de las herramientas más potentes para controlar los riesgos en la producción. También hemos observado que reducir la distancia entre las filas de plantación evita la aparición de malas hierbas que ahogan la tierra. Además, es muy importante divulgar entre los agricultores los conocimientos tradicionales, que han quedado en el olvido tras más de cuarenta años de guerra.

En un país donde en 2011 la población vivía con menos de 1,25 dólares al día y la inseguridad alimentaria es un problema significativo, pequeñas modificaciones en los hábitos de cultivo pueden suponer un antes y un después en la vida de muchas familias agricultoras. El aumento de la productividad tendrá un impacto directo en su nivel de ingresos y, por extensión, en su calidad de vida.

Para conocer el estudio realizado en Angola con mayor detalle visita este enlace.