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El salar de las oportunidades

El salar de las oportunidades

El Salar de Uyuni, al suroeste de Bolivia, es uno de los lugares más especiales del continente americano. Sus más de 10.500 kmde llanura blanca atraen cada día a cientos de curiosos en busca de la foto más original. Este interés que despierta el mayor desierto de sal continuo del mundo puede convertirse en una gran oportunidad para las poblaciones que se asientan en sus orillas, tradicionalmente castigadas por la pobreza y la exclusión social.

Los habitantes de la provincia de Nor Lípez, donde se sitúa el famoso salar, se enfrentan a bajos índices de desarrollo humano motivados, en gran parte, por un mercado de trabajo muy desigual. La actividad que más beneficios produce en la zona es la minería. Los salarios del conjunto de población local que trabajan en este sector exceden los 5 millones de dólares al año, pero solo se generan puestos de trabajo para el 9% de los habitantes, lo que ha creado diferencias marcadas por los ingresos en las comunidades.

Hasta ahora, el turismo era una actividad económica a la que la población local no prestaba demasiada atención, ya que preferían encontrar un trabajo en la mina. Desde CODESPA, siendo conscientes del potencial turístico de este lugar único, estamos trabajando para integrar a las comunidades en esta ruta de creciente interés en el mercado turístico, a través de la creación y posicionamiento comercial de un circuito competitivo, sostenible y gestionado por la población autóctona.

El objetivo final de nuestro proyecto es el de incrementar los ingresos de 221 familias a través de la generación de empleos alternativos a la actividad extractiva minera. Además, el modelo que proponemos permite al visitante conocer la cultura, los usos, costumbres, mitos y las actividades diarias de la población local, complementados con servicios de hostelería, gastronomía y venta de artesanías producidas por mujeres de las comunidades.

La localización de esta población es estratégica y de enorme potencial de cara al futuro. Según datos del Viceministerio de Turismo, 156.000 visitantes llegan cada año a esta zona, y se espera que en 2015 la cifra alcance los 400.000. Por este motivo, la solución que proponemos tiene garantías de convertirse en una fuente de ingresos estable para las familias, que ahora podrán mejorar su situación y alejarse de la exclusión social y la pobreza.