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El microcrédito y el microseguro, una combinación necesaria para ayudar a pequeños productores agropecuarios en situación de pobreza

El microcrédito y el microseguro, una combinación necesaria para ayudar a pequeños productores agropecuarios en situación de pobreza

República Dominicana es un país de renta media, un país donde existen grandes problemas de inequidad. Según el último Informe de Desarrollo Humano del PNUD, el Índice de Desarrollo Humano era de 0.702, ocupando el lugar 86 de los 187 países evaluados. Pero al ajustar el índice en materia de desigualdad, el país pierde quince posiciones debido las disparidades existentes, principalmente en ingreso y educación.

Según cifras oficiales, los niveles de pobreza e indigencia en la zona rural superan los promedios nacionales. Los niveles de pobreza en la zona rural superan el promedio nacional en un 36% y los de indigencia en un 67%. Situación que es mucho peor en las regiones donde actualmente estamos trabajando, regiones del Valle y Enriquillo, donde los niveles de pobreza ascienden a 68.5% y 67.4%, respectivamente. La principal actividad para ganarse la vida en estas regiones es la agropecuaria, por lo que cualquier acción dirigida a este sector, tendrá una repercusión directa en mejorar las condiciones de vida de las familias que sufren mayores precariedades en el país.

Uno de los grandes problemas que enfrenta el sector agropecuario en República Dominicana es la amenaza constante ante el paso de los fenómenos naturales. El paso de un fenómeno natural puede arruinar al pequeño agricultor, ya que el mismo puede destruir y acabar con años de esfuerzos. La consecuencia de un fenómeno natural es que, generalmente, descapitaliza al pequeño productor, ya que muchas veces y debido a la falta de acceso a crédito, el productor financia la siembra con los pocos ahorros tiene.

Si tienen microcrédito, generalmente y debido a la falta de un microseguro que les proteja ante el paso de un fenómeno natural, los mismos quedan endeudados y tienen que vender lo poco que tienen, muchas veces sus pequeñas fincas o sus casas, para amortizar la deuda contraída.

Debido a estas razones, en la actualidad, desde CODESPA estamos impulsando el diseño de un microseguro agropecuario que permite al pequeño agricultor hacer frente a situaciones como estas. El mismo, no solo les permite amortizar o hacer frente a las deudas contraídas para la siembra de sus fincas, sino también contar con capital que les permita reponer las cosechas perdidas.

Hasta el pasado mes de septiembre más de 12.000 productores/as residentes en las provincias Peravia, Azua de Compostela, San Juan de la Maguana, Barahona y Bahoruco en el Sur Dominicano han podido financiar sus cosechas con el desembolso de más 5.147 millones de €. Permitiéndole, como lo hemos planteado, mejorar la productividad y la calidad de sus productos, y por ende, sus ingresos.

A través de este proyecto, he comprobado lo importante que es invertir en investigación, en diseño y en validación de un producto o servicio antes de proceder a ofertarlo. En la importancia de hacer los procesos de manera participativa, en darle la oportunidad a la gente para que exprese lo que necesita y las características del producto o servicio para satisfacer su necesidad. Si lo hacemos de esta forma, se reduce al mínimo las probabilidades de fracaso.

También hemos aprendido que la capacidad de pago de un productor agropecuario no está relacionada al tamaño de su predio o finca, o del producto que cultiva o de la especie animal que esté criando. Su capacidad de pago está relacionada al hecho de contar con un producto y unos servicios de crédito que se ajusten al ciclo productivo de su actividad. Esto ha quedado demostrado con el producto de crédito agropecuario al cual tienen acceso los pequeños productores rurales dominicanos, los niveles de atraso/mora/riesgo del portafolio agropecuario de ADOPEM son iguales o inferiores a la cartera que tiene la institución en otros sectores de la economía y en la zona urbana del país.

Ver todos estos avances me hace estar muy orgulloso de poder trabajar en este sector. Mi mayor motivación es poder contribuir a mejorar las condiciones de vida de las familias más desfavorecidas del país. Apoyar a que estas personas tengan una oportunidad, una oportunidad para mejorar sus ingresos, su calidad de vida. Una oportunidad para salir de la pobreza.