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Perú: Una lección de vida

Perú: Una lección de vida

El azul plomizo del mar y del cielo de Lima, la visión de Cuzco desde el aire y la sensación mística que transmite Machu Pichu son vivencias que traía en la mochila de mi viaje a Perú. Pero más intenso es aún el recuerdo de la sonrisa de los niños, el respeto de hombres y mujeres, su castellano y, por encima de todo, la dimensión que la palabra solidaridad cobra junto a ellos.

La labor de las tejedoras de Sisi Wasi en el barrio de San Juan de Liriguancho, en Lima, convertida en un negocio profesional y rentable con el apoyo y el asesoramiento de CODESPA, va más allá de los números ya que se ha convertido en la mejor medicina para la autoestima y la dignidad de unas mujeres valientes cuyo grito de guerra es “Solas somos invisibles, junta somos invencibles”

El barrio de San Salvador, también en Lima, es el escenario del proyecto “Esteras y Arena” en el que las actividades teatrales y circenses, alejan a los niños del barrio, de la calle, la droga y la violencia. Son aprendices de artistas a los que mueve la ilusión, el mejor motor de todos para salir adelante.

El sugerente nombre de “RUTAS” hace referencia a un programa de Turismo Rural Comunitario que nos permite conocer sus costumbres y compartir un día de su vida y eso que ahora llaman la trazabilidad de la lana, identificar todos los pasos desde su origen hasta la comercialización. Con la comunidad Amaru: esquilamos ovejas, teñimos la lana con un resultado de muchísimos más colores de lo que una puede imaginar y preparamos las madejas, aunque no nos atrevimos a tejer.

El trayecto a Machu Picchu es como un cuento de hadas y la llegada ofrece como recompensa un trayecto maravilloso en ese tren que te transporta al más allá. La llegada es sobrecogedora, mística y no se te ocurre que pueda haber una maravilla del mundo con la conjunción más perfecta de la naturaleza y el hombre juntos.

Un colegio en mitad de los Andes, donde las distancias no se miden en kilómetros sino en tiempo, es comparable a dos siglos de progreso.

La labor de las tejedoras de Sisi Wasi y el proyecto “Esteras y Arena” tienen un denominador común: forman parte de los 52 emprendimientos sociales promovidos por CODESPA. Cada uno de ellos nos hace sentirnos orgullosos de pertenecer a esta organización, de ser parte de su equipo. Gracias por esta lección de vida a quienes estando tan lejos están tan cerca de nuestros corazones.