Ecuador, pequeño país ubicado entre Colombia y Perú, constituye uno de los destinos turísticos exóticos más interesantes de América Latina.  Atravesado por la cordillera de Los Andes, tiene tres regiones naturales en su territorio continental y un territorio insular, donde se encuentran las Islas Galápagos. En su superficie, existe una extraordinaria diversidad paisajística, natural y cultural.

La empresa Ferrocarriles del Ecuador (FEEP), ofrece una excelente opción de recorrer este hermoso país mediante el uso de su tren patrimonial, recientemente rehabilitado después de varias décadas de abandono.  El servicio ferroviario ecuatoriano, ha tomado un importante giro como tren patrimonial y turístico, teniendo como finalidad principal el apoyo al desarrollo de las comunidades y pueblos por donde atraviesa, llevando un importante volumen de pasajeros con destino a pueblos tradicionales que han visto en el turismo, una nueva oportunidad para superar la pobreza y generar fuentes de trabajo que les permitan mejorar sus condiciones de vida. Al incrementar sus ingresos económicos, pueden alimentar mejor a la familia y apoyar la educación de sus hijos, entre otros.

Esta empresa necesitaba apoyo para mejorar la línea ferroviaria e INECO decidió colaborar con nosotros a través de un programa de voluntariado corporativo. El proyecto, bajo el nombre de INECO en RUTA, se desarrolla en la provincia de Imbabura,  concretamente en las zonas rurales de Cotacachi, Intag y Salinas, donde trabajamos para impulsar y fortalecer microempresas y que así, 169 familias de escasos recursos puedan mejorar sus condiciones de vida a través de una actividad alternativa: turismo rural comunitario.  Precisamente en esta zona se encuentra la ruta de tren Ibarra-Salinas, una de las más interesantes para recorrer y visitar.

En el marco del programa de voluntariado, un equipo técnico de ingenieros de INECO, Marta Leal, Rosa Gutiérrez, Diego Andrés y Joaquín Muñoz,  expertos en temas ferroviarios, estuvieron en las instalaciones de FFEP durante tres semanas.

Sus aportes han supuesto una transformación interna en los sistemas de gestión de FEEP, teniendo en cuenta aspectos clave como la aplicación de normas de seguridad, implementación de señalética y prevención ante posibles eventualidades y contingencias que se pudieran presentar durante las operaciones del servicio de tren.  Todo esto para incrementar el volumen de pasajeros y llevar un mayor número de turistas a las comunidades beneficiarias, en la parroquia de Salinas. Además,  en pocos meses, empezará a funcionar el servicio de tren turístico en el tramo Ibarra-Otavalo, cuyo potencial es muy importante para seguir ayudando a estas poblaciones.

Aunque el trabajo realizado por los voluntarios fue intenso, también hubo tiempo para conocer la zona y realizar actividades de turismo, como la visita a las comunidades rurales de Cotacachi y a la reserva de Cuyabeno en la Amazonía.

Se prevé una segunda etapa de trabajo de voluntariado en lo que queda del 2013, con la presencia de tres técnicos de INECO, a fin de fortalecer y complementar el trabajo iniciado para generar impactos positivos en beneficio del turismo comunitario en Imbabura.

Esta iniciativa es parte de un programa regional (RUTAS Turismo Comunitario con Calidad Sostenible), mediante el cual, CAF-Banco de Desarrollo de América Latina y CODESPA, buscan la integración de las comunidades locales en el creciente mercado turístico latinoamericano; uno de los componentes de RUTAS, es el fomento a las alianzas público-privadas entre actores de la cadena de valor turística que generen un mayor número de llegadas a comunidades vulnerables ubicadas en destinos de alto flujo, como la colaboración INECO-FEEP que se ha desarrollado en este proyecto.

El aporte de las instituciones y empresas para superar la pobreza y generar nuevas oportunidades de desarrollo es fundamental. Pese al amplio despliegue de trabajo realizado, queda aún mucho por hacer.