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Transformando comunidades en Colombia: el poder del liderazgo

En CODESPA nos dedicamos a impulsar el desarrollo social y económico de comunidades vulnerables. Consideramos el liderazgo como una herramienta fundamental para la participación y gestión colectivas. 

 

Para nosotros, un buen líder no sólo logra que todo un equipo alcance metas concretas, también desarrolla en los demás capacidades extraordinarias para asumir proyectos importantes y sacarlos adelante. En el ámbito del desarrollo empresarial, se concibe el liderazgo de manera similar. Vemos a los líderes como aquellos dotados de habilidades que les permiten influir, guiar y acompañar a otras personas desde una perspectiva entusiasta y positivista hacia el logro de metas comunes.

Sin embargo, existe otro tipo de liderazgo que merece especial atención por las implicaciones que conlleva. Hablamos del liderazgo personal, en el que el desarrollo individual, resulta tan importante como el colectivo para alcanzar el éxito en cualquier situación.

Para entender el liderazgo, más allá de los logros colectivos, es fundamental explorar la concepción individual que cada persona tiene de sí misma. Por esta razón, no resulta extraño que personas con idénticas responsabilidades y bajo las mismas circunstancias, se comporten de manera diferente. Incluso pueden tomar decisiones diferentes, esto es resultado de la individualidad, del desarrollo que cada uno asume de su personalidad (Cardona Labarga, 2010[1]).

Podemos decir entonces que el liderazgo personal implica asumir la responsabilidad con uno mismo para tomar decisiones de manera autónoma, con convicción y seguridad. Esto implica tener presentes nuestros objetivos, deseos, retos y metas personales, elementos que contribuyen a nuestra propia realización y felicidad (García Callejón & Martín Recas, 2016[2]). Cuando logramos este equilibrio en nuestra vida individual, estamos preparados para extender nuestro liderazgo al ámbito colectivo.

 

Trazando el camino, la sostenibilidad en el ámbito del liderazgo

Hemos tratado de definir el liderazgo como un primer paso para abordar un tema aún más sensible: el liderazgo sostenible. Y es que, hoy en día, cuando el término sostenibilidad es ampliamente usado y difundido, es cuando más debemos comprometernos con su esencia. El liderazgo sostenible implica una visión a largo plazo, donde las personas y las organizaciones, independientemente de su naturaleza, se esfuercen por actuar de manera ética, valorando a las personas y promoviendo la responsabilidad social y ambiental.

Felipe Cajiga, experto en Responsabilidad Social Empresarial (RSE), Sostenibilidad y Propósito Empresarial en Iberoamérica, menciona que “la clave del liderazgo sostenible es poner a las personas en primer lugar, comenzando por la forma en que se ven a sí mismos y al mundo”. Personalmente, me siento identificado con esta frase, especialmente al reflexionar sobre lo que hacemos día a día en CODESPA.

Desde nuestra organización, cultivamos la presencia de líderes comunitarios que inspiren a otros a seguir su ejemplo en términos de participación activa, desarrollo de capacidades y autonomía. En CODESPA, no sólo transformamos realidades, sino que también contribuimos a la mejora de la calidad de vida de las personas y las comunidades con las que colaboramos. A lo largo de nuestros casi cuarenta años de trabajo, nuestra búsqueda constante de líderes ha permitido que 5 millones de personas hayan pasado de la pobreza hacia la prosperidad.

Esta transformación la hemos logrado mediante nuestro Método CODE, centrado en capacitar a las comunidades y establecer una estrategia de salida que les permita mantener y continuar las mejoras por sí mismas, sin depender de la continua intervención de CODESPA. Esto conduce a la autonomía a largo plazo de las personas involucradas. El Método CODE se desglosa en cuatro etapas distintas, resumidas a continuación, que explican cómo se fomenta el liderazgo sostenible a lo largo de su implementación.

  • Crear estrategias basadas en necesidades locales: involucramos a las comunidades en el diseño de los proyectos. Nuestra cercanía a las comunidades es el punto de partida para identificar sus problemas y necesidades.

  • Obtener la participación de los más vulnerables: entendemos que cada persona tiene sus propias necesidades, las escuchamos y nos comprometemos con ellas, para plantear soluciones que garanticen la participación de todos los miembros de la comunidad.

  • Dar conocimientos, servicios financieros y acceso al mercado: analizamos las habilidades de cada persona y le brindamos formación especializada, acceso a financiación y al mercado, buscando nuevos aliados para el desarrollo de sus productos y servicios.

  • Empoderar a las personas y estrategia de salida: fortalecemos las capacidades individuales para que las personas continúen de manera autónoma y que sus proyectos perduren en el tiempo.

 

Descubriendo líderes: historias de transformación en comunidades colombianas

En Colombia, hemos conocido a muchos líderes comprometidos con el progreso de sus comunidades. En Ipiales, Nariño, ubicado al sur del país y haciendo frontera con Ecuador, encontramos a la Asociación APROLECHE. Esta cooperativa está formada por pequeños productores que solían vender la leche a intermediarios, quienes a su vez la comercializaban a empresas queseras y lecheras. A pesar de haberse creado hace más de diez años, la asociación no promovía la asociatividad, y las ventas se llevaban a cabo de manera individual, al mejor postor.

 

 

Desde que comenzamos a trabajar con ellos, hace ya 4 años, APROLECHE ha surgido como un modelo de organización sostenible y sus miembros son un claro ejemplo de liderazgo personal.Nos dimos cuenta de que las mujeres también podemos. Aquí no hay distinción de género, no importa si somos hombre o mujer, en esta asociación abrimos las puertas a todas las personas que quieran ser parte de ella. Hoy contamos con dos técnicos que forman parte de la asociación y esto nos ha permitido crecer enormemente. Ahora somos una empresa, llevamos la contabilidad y recibimos los beneficios que se han hecho posibles gracias al trabajo en conjunto”, cuenta Magaly Mejía, representante legal de APROLECHE.

Al igual que Magaly, más de 120 asociados han desarrollado su liderazgo personal para impulsar este proyecto y asegurar su sostenibilidad a largo plazo. Han promovido prácticas respetuosas con el medio ambiente y han implementado normas de higiene y buenas prácticas de producción para garantizar la calidad de su producto, el cual se ha ido posicionando cada día más en el mercado.

Por otro lado, también al sur de Colombia, en la provincia del Cauca, se encuentra la Asociación ASKEWA, una comunidad indígena que se ha unido y ha optado por abandonar los cultivos ilícitos para producir mora. Desde hace cinco años, este proyecto ha atraído a 50 familias, quienes ven en el cultivo de esta fruta una vía para superar la pobreza y forjar un futuro de paz en su territorio.

En este tiempo en el que hemos acompañado a ASKEWA, hemos contribuido al desarrollo de líderes comunitarios que han asumido la responsabilidad de interactuar con empresas y organizaciones aliadas. Ellos y ellas poseen la capacidad de negociar y aplicar todas las técnicas necesarias para asegurar que la mora que comercializan sea de la más alta calidad.

Seberiano Cuetia es uno de esos ejemplos inspiradores de liderazgo personal y sostenible. En su papel como representante legal de la asociación, ha logrado impulsar los acuerdos necesarios para que la comercialización de la mora en su territorio sea una realidad.

Hay gente buena en este territorio, hay gente que apuesta por los agricultores colombianos, a que nosotros vivamos cada día mejor. Esperamos que este proyecto genere, además de ingresos, unos lazos que permitan a nuestra comunidad tener la unidad que tanto queremos; ese es el valor agregado, por eso yo digo que nosotros no estamos vendiendo mora, estamos vendiendo sueños e historia, porque detrás de esto hay una historia.

 

 

También hemos logrado empoderar a las mujeres del territorio para que desempeñen un papel activo dentro de la asociación. Sandra Cunda cuenta cómo se ha hecho posible: “en el proyecto somos un grupo de trece mujeres, algunas son cabeza de hogar, madres solteras. El papel de la mujer es muy bonito. Yo, como tesorera, trato de orientar y liderar para asegurarnos de que las cosas salgan bien. Siempre hemos contado con el apoyo de nuestros compañeros, hemos trabajado juntos, mujeres y hombres, en armonía.

 

Estas historias son apenas una muestra de cómo en CODESPA nos comprometemos a fortalecer los territorios mediante el fomento del liderazgo y el empoderamiento de quienes participan en nuestras iniciativas. Seguiremos trabajando cada día para potenciar la esencia del Método CODE y aplicarlo de la manera más efectiva posible, con el objetivo de seguir formando líderes comprometidos que impulsen proyectos sostenibles en beneficio de las comunidades que representan.

 

Escrito por Andrés Rodolfo Trujillo Vargas, representante de país en CODESPA Colombia.

 

[1] Cardona Labarga, J. (2010). Liderazgo Personal. Madrid: Díaz de Santos.

[2] García Callejón, B., & Martín Recas, L. (2016). Coaching y liderazgo personal. Madrid: Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.