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La mujer como motor de crecimiento y desarrollo en las zonas rurales de Nicaragua

La mujer como motor de crecimiento y desarrollo en las zonas rurales de Nicaragua

El empoderamiento económico, político y social de las mujeres es imprescindible para crear contextos en los que haya seguridad alimentaria.Es decir, las mujeres son fundamentales para que las familias que viven en las zonas rurales de Nicaragua puedan superar las condiciones de pobreza en las que viven y dispongan de alimentos.

Nicaragua se situaba en 2011 como el segundo PIB per cápita más bajo de América Latina, ocupando Haití el primer puesto. Aunque en estos últimos años el país ha ido logrando reducir los índices de pobreza, en 2009 el 42.5% de su población era pobre. Estos datos son, si cabe, más preocupantes en áreas rurales donde el 63% de la población vive en situaciones de pobreza, incluyendo el 27% que viven en extrema pobreza. El departamento de Jinotega, eminentemente rural – el 84% de la población vive en la zonas rurales – y situado en la zona norte del país, se sitúa como uno de los cuatro departamentos del país en condiciones de pobreza severa, con una incidencia de extrema pobreza en el 59% de los hogares.

En Jinotega destaca la producción de café, como la mayor actividad generadora de ingresos. Se sitúan como el primer productor de café en el país (65% de la producción nacional) y el segundo de granos básicos sobre todo en la producción de maíz y frijol. El problema de la alimentación en esta zona responde a la pobre variedad de alimentos en la dieta alimenticia debido al monocultivo. La baja rentabilidad de estos cultivos también provoca que las familias no puedan comprar otro tipo de alimentos y además no tienen los conocimientos técnicos para orientarse hacia la diversificación productiva.

Empoderando a la mujer en las zonas rurales de Nicaragua

En municipios de la zona, como el de Pantasma, las cifras de pobreza son más duras ya que más de la mitad de su población se encuentra desempleada. En especial, esta situación es más grave para las mujeres.

Desde CODESPA hemos visto que la situación puede cambiar si las mujeres se convierten en el motor de las comunidades rurales de Pantasma. Vamos a trabajar en la mejora de la calidad de vida de las mujeres rurales. Queremos que un total de 585 productoras agrícolas del Municipio de Santa María de Pantasma puedan ver sus condiciones de vida mejoradas, contribuyendo a su seguridad alimentaria y el ejercicio de sus derechos económicos, políticos y sociales.

Para poder ayudarles nos centraremos en 4 ejes fundamentales:

  1. Mejorar su acceso a la tierra y dotarlas de los materiales que necesiten.
  2. Acceder a información y formación para mejorar los índices de seguridad alimentaria.
  3. Las mujeres podrán obtener microcréditos productivos y, así, tener la posibilidad de invertir en mejorar sus microempresas y ayudar a sus comunidades.
  4. Les ayudaremos a que puedan conocer sus derechos y participar en la vida política ante las autoridades locales.

Nosotros creemos en ellas y en su potencial para impulsar el desarrollo de sus familias y comunidades. La lucha por la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es fundamental para que sus comunidades crezca y que, en este caso, alcancen su seguridad alimentaria. Ahora tú también puedes sumarte a esta lucha gracias a tu firma, solo tienes que entrar aquí y mostrar tu apoyo.