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6 problemas a los que se enfrenta un campesino en Angola

6 problemas a los que se enfrenta un campesino en Angola

Desde 2010 trabajamos en Angola ayudando a pequeños campesinos pobres. Todos ellos son personas en situación de inseguridad alimentaria y hambre, que viven en áreas rurales con un acceso limitado a servicios básicos y con grandes barreras para poder vender sus cosechas en condiciones justas. Su principal fuente de sustento, tanto alimentaria como de ingresos, es la agricultura, sus propias cosechas, apoyándose en la mano de obra familiar. Hermanas, primos, tías y tíos trabajan juntos en los cultivos. A su vez, la mayoría de estas familias tienen que trabajar como jornaleros en otras tierras como una segunda fuente de ingresos que le permita comprar los alimentos básicos que no tienen en sus propias cosechas.

Estos pequeños productores, a los que apoyamos desde CODESPA, son familias de campesinos con una agricultura basada en la subsistencia y que su única posibilidad de poder salir de la pobreza, es entrar en el mercado en condiciones justas.

En las provincias de Huambo y Bié identificamos 6 problemas a los que se enfrentan los campesinos y sobre los que estamos trabajando, para ayudarles a salir de situación de pobreza en la que se encuentran:

1. Falta de acceso a semillas de calidad

La falta de acceso a semillas de calidad y a fertilizantes provoca que produzcan menos de lo que podrían producir en la misma extensión de tierra y con la misma carga de trabajo.

Desde CODESPA hemos constatado la imposibilidad del mercado angoleño para abastecer de semillas de calidad a los pequeños productores a precios asequibles. Por ello, hemos desarrollado un modelo de multiplicación de semillas local que consigue suministrar al mercado semillas de calidad a precios razonables. Diseñamos y desarrollamos junto a las comunidades bancos de semillas en las cooperativas, los cuales accedieron a semillas de calidad en base a un crédito en especie. Les ayudamos a que ellos mismos puedan multiplicar estas semillas y les formamos en sistemas de control de calidad, para que esta se mantenga a lo largo de las cosechas.

2. Han perdido sus técnicas de cultivo

Las técnicas de cultivo que utilizan no están adaptadas a las condiciones del entorno. 27 años de guerra destruyeron las prácticas adquiridas a lo largo de los años y los conocimientos que se pasaban de padres a hijos en técnicas de cultivo, se olvidaron.

Nuestro objetivo es que sean autosuficientes. Por este motivo, desde CODESPA hemos desarrollado escuelas de campo en todas las cooperativas agropecuarias con el fin de intentar adaptar las prácticas agrarias a las nuevas semillas que estaban siendo introducidas en las comunidades. Además, se desarrollaron en las escuelas de campo, formaciones cuyo objetivo fue aprovechar al máximo los recursos naturales del entorno, intentando minimizar los costes y maximizar la producción (i.e. formaciones sobre la rotación de cultivos, sobre fertilización verde, o defensivos naturales, entre otros).

Hasta ahora hemos impulsado 24 escuelas de campo, que también forman a las familias en temas nutricionales que son muy valiosos para los niños y niñas.

3. La guerra destruyó sus sistemas de almacenamiento

No tienen sistemas de almacenamiento que permitan el mantenimiento de las cosechas para su consumo durante los meses de hambre (de diciembre a febrero) y para la venta en los picos de demanda del mercado.

Mejorar la producción no tiene por qué representar per se una mejora en la calidad de vida de los productores. La falta de medios de almacenamiento para el grano producido puede suponer un freno mucho mayor que las bajas producciones, para poder acabar con el hambre que las familias sufren. En este sentido, los medios de almacenamiento juegan un triple papel a la hora de mejorar la vida de los campesinos: por un lado, permiten conservar el alimento hasta los periodos de escasez (llamados en Angola “los meses del hambre”). En segundo lugar, permiten el almacenamiento de las semillas para la época siguiente, aspecto especialmente relevante ya que las semillas tienen que conservarse durante periodos de tiempo relativamente prolongados y en condiciones óptimas para que no se afecte la calidad que determinará si las próximas cosechas les ayudarán a no pasar hambre. Por último, los sistemas de almacenamiento permiten conservar los productos hasta periodos en los que exista una mayor demanda en el mercado y puedan vender estos productos a unos precios más justos.

La guerra destruyó todos sus sistemas de almacenamiento tradicionales. Los mecánimos de almacenamiento actuales (sacos de rafia o silos fabricados con hojas) suponían una limitación sustancial a la hora de conservar el grano debido al ataque de roedores, insectos y a la alta incidencia de hongos por la humedad. Es por este motivo que hemos buscado un sistema de almacenamiento de bajo coste que pudiese cubrir las necesidades de los pequeños productores a un coste reducido. Implementamos un componente de desarrollo del mercado de sistemas de almacenamiento de bajo coste, en base a barriles reciclados empleados por ciertas empresas para la importación de productos para la industria alimentaria, que podían llegar al mercado por debajo de los 40 USD. Una vez identificada esta tecnología, hemos trabajado para que puedan llegar a los agricultores más vulnerables y formándoles en su funcionamiento y mantenimiento.

Ahora más de 900 familias ya tiene acceso a sistemas de almacenamiento mejorado.

Campesinos más vulnerables no estaban organizados

4. Falta de cooperativas que les permita trabajar unidos

No están organizados de manera que no pueden trabajar conjuntamente de cara a reducir costes y mejorar su entrada al mercado.

Hemos puesto en marcha un programa de fortalecimiento de cooperativas para que puedan trabajar unidos y acercarse al mercado en una posición mejor a la hora vender sus productos. Ahora los campesinos tienen mayor fuerza y acceden al mercado en una posición más competitiva para posicionar sus productos en el mercado en unos precios justos.
Como resultado, se han fortalecido 14 cooperativas.

5. No tienen microcréditos adaptados a sus necesidades

No tienen acceso a crédito. Por ello la constitución de cajas comunitarias de crédito para el fomento de la actividad agropecuaria dentro de las cooperativas, resulta un factor fundamental para las familias.

La falta de acceso a crédito era otro de los factores estructurales que limitan el desarrollo de la actividad agropecuaria en los pequeños campesinos. Por ello, desde CODESPA apoyamos la creación de cajas comunitarias de crédito en las cooperativas. Estas cajas se constituyen como unidades de negocio de las cooperativas cuyo objetivo era el de conceder microcréditos a sus miembros. Estas cajas estan autogestionadas por los propios miembros de las cooperativas y los beneficios obtenidos se reinvirtieron en sus propios fondos del crédito.

Como resultado, se establecieron 7 cajas comunitarias de crédito.

6. No son dueños de sus propias tierras

Problemas de la legalización de tierras, ya que las familias no tiene derechos sobre las tierras que llevan años cultivando.

Desde CODESPA, junto con FAO (en el marco de su proyecto TERRA) y la Cruz Roja, apoyamos el fortalecimiento institucional de las autoridades públicas encargadas de garantizar y llevar a cabo el proceso de reconocimiento de tierras por uso consuetudinario.

Esta intervención se ha desarrollado en cuatro fases: (1) Divulgación y formación sobre la ley de tierras, entre los organismos que intervienen en el proceso de reconocimiento de tierras. (2) Divulgación de la ley de tierras en las comunidades rurales, (3) Formación de las autoridades competentes en la metodología participativa para la delimitación de tierras comunitarias, (4) Aplicación de la metodología e inicio de las delimitaciones. Con todo ello se formó a más de 50 funcionarios y se trabajó con 200 comunidades rurales. Además, por primera vez en la historia de Bié, se consiguió delimitar las cuatro primeras comunidades y se entregaron los títulos de reconocimiento sobre sus tierras a dos de ellas.

Todo este trabajo continúa, llegando cada día a más familias y a gente más vulnerable. Nuestro objetivo es llevar la seguridad y soberanía alimentaria a las familias campesinas. Sabemos que es difícil, pero hemos visto que funciona, que el cambio está ocurriendo.

Esta intervención se ha convertido en un ejemplo a nivel nacional y varios gobiernos provinciales están interesados en implementar proyectos similares. Puedes conocer más sobre ella conociendo nuestra publicación: “Desarrollo del mercado rural de semillas de calidad para productores pobres”.