↑ Blog

El papel del guía en el turismo rural comunitario

El papel del guía en el turismo rural comunitario

Si hay algo que ofrece el turismo rural comunitario frente al turismo tradicional es la vivencia de lo auténtico, lo natural, la conexión con la tierra y la naturaleza. Se trata de una experiencia única que ofrecen los guías locales con los que trabajamos en Perú, Ecuador y Bolivia. 

“Antes de trabajar en el turismo, nosotros trabajábamos individualmente; cada uno pensaba en sí mismo y no en organizarse con los demás. Ahora estamos aprendiendo a trabajar juntos; los guías estamos organizados para atender a los turistas. Nos faltaba organización en la comunidad; con las capacitaciones, hemos podido fortalecer nuestra organización en la comunidad”. Así nos explica Germán Huanca, cómo a través de las formaciones que hemos desarrollado en su comunidad, el turismo ahora es una fuente de ingresos para él y para sus familias.

¿Quiénes son estos guías locales? Son personas que viven en comunidades cerca de destinos turísticos de interés que se encargan de enseñar a los turistas la riqueza cultural y patrimonial de la zona. Así, por un lado, los turistas pueden disfrutar de la zona de la mano de una persona que vive allí y conoce perfectamente todo; y, por otro lado, los guías tienen una fuente de ingresos que les permite no emigrar a las ciudades y poder prestar un servicio a en su propia comunidad.

Juan Mamani nos cuenta su experiencia como guía local en Bolivia: “Los guías locales hemos formado una asociación. Aproximadamente somos 19 guías locales que intentamos generar ingresos del turismo para no tener que irnos a las ciudades. El turista genera empleos directos e indirectos como, por ejemplo, los guías trabajamos directamente con los lancheros, desde Copacabana hasta Isla del Sol. Actualmente, los turistas vienen de diferentes países y nos dicen que están cansados de la tecnología punta. Ellos quieren ver otra realidad, vivir lo auténtico, lo natural, conectarse con la tierra”.

Se trata de un turismo muy personalizado y en grupos muy reducidos. El número máximo de personas por guía es de ocho. Esto hace que la experiencia sea mucho más enriquecedora porque el trato con el guía local y con las comunidades es directo.

Una oferta turística de calidad

Además, esto permite generar un desarrollo económico de las comunidades. Ya que los guías locales contactan directamente con los lancheros para que los turistas puedan contratar sus servicios y así que ellos también puedan generar ingresos. Benito Choqui, lanchero nos cuenta cómo, gracias a su trabajo dentro del turismo rural comunitario, su familia ha salido adelante y ya no viven de una forma tan precaria: “Mi esposa tiene una pequeña tienda y mi hijo un restaurante, así que se puede decir que todos trabajamos en el sector turístico. Yo he aprendido que a los turistas hay que tratarles con cariño, explicarles bien las historias, tener la lancha bien limpia para atenderles como es debido. Mi esposa y yo estamos ahorrando toda la platita para que nuestros nietos tengan un futuro mejor”.

Desde CODESPA apoyamos a estas comunidades a que puedan mejorar los servicios que ofrecen las comunidades. Les ofrecemos formación que les permita ver qué infraestructuras tienen que cambiar, qué servicios pueden ofrecer, cómo pueden organizarse para tener una mayor oferta de este tipo de turismo, así como para generar beneficios suficientes que les permitan salir adelante.

En relación a la demanda, cada vez son más los turistas que solicitan experiencias de autenticidad, vinculación con el entorno y revalorización cultural. Sin embargo, las turoperadoras, agencias de viaje y operadores del mercado en general, no cuentan con el suficiente acercamiento y conocimiento del público que demanda este tipo de turismo, ni sobre los servicios ofrecidos por las comunidades rurales. Nosotros intentamos conectar esta demanda con las comunidades, con los guías locales, con las asociaciones locales que gestionan este tipo de turismo. Para ello, hemos formado y acompañado a los operadores del mercado, para que conozcan de cerca las experiencias de turismo rural comunitario, los productos y servicios que pueden ofrecer, y cuenten con las herramientas necesarias para comercializarlas de la mejor manera.

Edwing Mamani, pescador, agricultor y presidente de la Asociación de Turismo Comunitario de Coati en Bolivia, nos cuenta la importancia de la formación para poder ofrecer un servicio de calidad a los turistas: “Las capacitaciones me permitieron brindar un servicio de calidad al cliente, saber cómo ser un buen guía, cómo evitar los problemas, cómo manejar un grupo, cómo hacer los primeros auxilios. Ahora tenemos materiales para los turistas, mapas, paneles, una lupa, un guión para los guías con la historia del lago y las culturas locales porque es lo que más valoran los turistas. Se han formado seis o siete guías en la comunidad; en Challapampa había más de veinte personas”.