El pasado mes se celebró en Perú, concretamente en Piura, Cusco y Lima, las Jornadas para el Fomento de las Alianzas Público Privadas para el Desarrollo, con el objetivo de dar mayor valor a las alianzas entre gobiernos, empresas y sociedad civil.

Las Alianzas Público Privadas (APP) se basan en una cooperación voluntaria entre actores públicos y privados para compartir responsabilidad y riesgos. Todas las partes tienen en común los objetivos, los conflictos, los recursos y competencias y, también, los beneficios.

La propia ONU realiza una definición de lo que se entiende por APP: “Una Alianza Publico Privada para el desarrollo (APPD) es una relación voluntaria basada en la confianza y colaboradora entre las partes en la que todos los aliados (socios) están de acuerdo en trabajar juntos (sinergia) para conseguir un objetivo común de desarrollo sostenible o emprender una tarea específica, compartiendo los riesgos, responsabilidades, recursos, competencias y beneficios, en completa transparencia entre todos los integrantes”.

Una APPD debe ser sostenible. Sector público, sociedad civil, ámbito académico y empresas colaboran con el fin de que los beneficios sean superiores a los retos, a los problemas y a las dificultades.

Las Alianzas Publico Privadas para el Desarrollo presentan muchos beneficios para todos los actores protagonistas. Por ejemplo, para el sector público supone alcanzar mayor consenso, incrementar las capacidades y técnicas de trabajo y aumentar la financiación disponible; para el sector privado los beneficios radican en acceso a nuevos mercados, crecimiento de la reputación, cadenas de valor sostenibles, mejorar los impactos, etc.

Sin embargo, también existen obstáculos que hay que superar. Para las entidades públicas, la flexibilidad en la gestión puede solucionarse descargando trabajo en las entidades facilitadoras. Mientras que los obstáculos a los que se enfrentan las privadas pasan por una simplificación de los procedimientos con la administración pública y un mayor esfuerzo en comunicar las aportaciones realizadas.

Son varias las piezas que le dan forma al puzzle de la Alianza Público Privada para el Desarrollo. La correcta selección de cada una de ellas, para establecer una sinergia positiva, es la clave para el éxito y la consecución de los objetivos marcados. Las APPD se clasificarán por ello en función de la motivación, la naturaleza de los actores, el sector de la actividad, el ámbito estratégico, los beneficiarios, etc. Surgiendo así tres tipos de alianzas:

• Estratégica
• Operativa
• Puntual

Cualquiera de estas alianzas son igual de importante para multiplicar beneficios, innovar, generar confianza y compartir experiencias.

En estas jornadas que tuvieron lugar en Perú se habló concretamente de alianzas que ya han demostrado funcionar y ser un éxito, reportando muchos beneficios. Se habló de SUMA, una iniciativa de Alianzas Público Privadas para el Desarrollo pionera en la que se apoya a pequeñas organizaciones locales a acceder a recursos y a formación. También de la iniciativa NEO, que involucraba al sector privado en la generación de empleo para jóvenes. Por último se hizo un repaso al Programa SINERGIA, para la innovación social y empresarial.

Tenemos claras algunas lecciones que es importante destacar como la confianza, la correcta definición de metodologías y herramientas, una fase previa de conocimiento institucional, una orientación clara a los resultados y la importancia de la visibilidad.