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Rosa: una heroína que ha roto las cadenas de la injusticia

Rosa: una heroína que ha roto las cadenas de la injusticia

Rosa es una mujer de 60 años, oriunda de Riobamba. El amor le hizo recorrer Ecuador hasta Cumandá. De pequeña pudo ir a la escuela, pero debido a la falta de recursos de su familia, no tuvo la oportunidad de pasar a la secundaria.

En Riobamba, el Chimborazo, el 92% de la población, en las zonas rurales, es pobre. Rosa es una de estas personas, una mujer que la pobreza le ha hecho invisible a los ojos de la sociedad, de las empresas y de cualquier indicio de desarrollo económico que su país ha vivido en los últimos años.

En estas comunidades de Riobamba, la pobreza se camufla entre la belleza de las verdes montañas. La ausencia de servicios básicos como asistencia médica o la complejidad de poder desarrollar un trabajo, condena a las familias a una pobreza que pasa de generación a generación.

Biocaña una cooperativa formada por 14 mujeres

Para Rosa su pasión es su pequeño campo de caña de azúcar. Lo cuida y lo mima, todos los días pasea por su cosecha, para poder mejorarla. A 3.400 metros de altura la niebla aparece y desaparece en segundos, y como ella cuenta, con la misma rapidez, muchas veces todo su trabajo desaparece.

A pesar de su esfuerzo, a pesar de su trabajo diario desde primeras horas de la mañana, cada vez que trata de vender sus productos, los comerciantes se aprovechan de ella. Le pagan menos del precio real, se aprovechan de que está sola y es mujer… no es justo.

Por ello, fundaron la cooperativa Biocaña. 14 mujeres unidas, con un objetivo, romper las cadenas de la esclavitud de la mujer y ser más fuertes antes los comerciantes. Juntas son más fuertes, pueden enfrentarse a los comerciantes y conseguir precios justos por sus productos.

Desde CODESPA nos encanta hablar de Rosa y sus compañeras, con orgullo podemos decir que su trabajo no desaparecerá. Sabedoras de lo que están logrando, se acercan y te enseñan la cooperativa con emoción y alegría.

Les ayudamos a organizarse, les dimos la formación y las herramientas necesarias y nos aseguraremos que su panela orgánica sea valorada en Ecuador y allá donde llegue. Solo acaban de comenzar, pero estamos seguros de que nunca volverán a ser invisibles para nadie y tú puedes ayudarles, entrando en Fantasmas del Chimborazo y ayudándoles a contar sus historias, ayudándoles cediéndoles tu voz.