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La violencia en mujeres en los conflictos armados

La violencia en mujeres en los conflictos armados

El 35% de las mujeres del mundo han sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja o de terceros en algún momento de su vida. 1 de cada 3 mujeres sigue sufriendo violencia física o sexual, principalmente a manos de un compañero sentimental.

Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada”.

Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer

Desgraciadamente hoy tenemos que seguir celebrando el “Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer”. Un día que sigue existiendo, ya que se siguen dando muchos casos de violencia. Desde CODESPA, en este día, queremos acercaros la realidad en la que viven las mujeres en situaciones de conflicto armado. Unas mujeres que ven cómo sus derechos humanos son vulnerados por estos contextos de violencia y por los grupos armados.

De este 35%, el 7,2% de las mujeres han sufrido un ataque sexual por alguien que no es su compañero. Una cifra que varía según países y se dispara en lugares donde existen continuos conflictos armados, siendo el países de África subsahariana los que sufren mayor índice de violencia sexual  de este tipo (21%). Podemos decir que los conflictos demuestran que ser mujer no te hace estar protegida frente a la guerra, sino todo lo contrario. Las mujeres son utilizadas como “armas de guerra”, el ser mujer es motivo para ser atacada. Se viola a las mujeres, con el riesgo de que queden embarazadas y así desestructurar la sociedad.

Las mujeres, en los contextos de conflicto armado, sufren varios tipos de violencia: violencia sexual, física y psicológica. ¿Qué significa esto? Las mujeres sufren violaciones, torturas, humillaciones, abandonos, pérdidas, confusión… Las mujeres sienten miedo, no viven tranquilas, no viven en paz.

Por un lado, estas mujeres se ven obligadas a ser testigos de situaciones violentas contra sus familias o sus seres queridos. Por otro lado, la violencia sexual es algo que, desgraciadamente, existe tanto en contextos de paz como de guerra. Los guerrilleros las acosan, tanto a ellas como al resto de las comunidades, dejándoles graves consecuencias psicológicas. Están amenazadas constantemente, sintiéndose atemorizadas.

Es la realidad en la que viven las mujeres en la zona oriental de la República Democrática del Congo. Desde 1996 se han documentado al menos 200.000 casos de violencia sexual, en su mayoría contra mujeres y niñas. Se considera que las cifras reales son mucho más altas.

Hoy, “Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer” es un día para conmemorar la fuerza moral, el valor, la entereza, la valentía de todas las mujeres que se enfrentan a situaciones de violencia. Mujeres que deberían recibir más asistencia, más apoyo, más protección para poder hacer frente a los conflictos armados y a las guerras.

Las mujeres como oportunidad para la paz

En muchos casos, las mujeres forman parte de los procesos de paz. Se unen para reconstruir el tejido económico, político, social y cultural de sus comunidades. Son gestiones que hacen a nivel popular. Por ejemplo, en 1991 cuando se recrudece la guerra en los Balcanes, algunas mujeres se unieron para poner en marcha una campaña de paz. En el caso de Fidji, se formó un grupo de mujeres que crearon también un movimiento de paz. Hay muchos más ejemplos en los que podemos ver cómo las mujeres pueden jugar un papel fundamental en los procesos de paz.

Al margen de esto, las mujeres están excluidas de los procesos formales de paz. No tienen una participación significativa. Ocupan un segundo plano en este sentido, no pudiendo tener un papel protagonista para reconstruir sus sociedades. Pero para que un país consiga la paz es necesario contar también con las capacidades de las mujeres. Una sociedad en paz es una sociedad cohesionada en el que se ven respetados tantos los derechos de los hombres como los de las mujeres.

Nosotros luchamos para que las mujeres puedan acceder a oportunidades que les garanticen tener un papel principal en el desarrollo de sus comunidades, tanto a nivel económico como social. Si quieres conocer más acerca de nuestros proyectos con mujeres, pincha aquí.