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Jóvenes emprendedores en Bolivia: hacia un horizonte de inclusión social tras la pandemia

El emprendimiento es una forma de empoderar a los jóvenes y generar desarrollo social, ofrece oportunidades de trabajo digno, garantiza el desarrollo de sus capacidades y una mayor participación en la sociedad.

 

Así lo subraya el Informe de la juventud mundial 2020 de las Naciones Unidas sobre emprendimiento social juvenil y la Agenda 2030, que aboga por fomentar que los jóvenes puedan construir un proyecto sostenible económica y socialmente.

Apostar por esto es contribuir de forma directa al logro de dos Objetivos de Desarrollo Sostenible relevantes para la juventud: ODS 4: “Educación de calidad” y ODS 8: “Trabajo decente y crecimiento económico”.

En esa línea va el trabajo que realizamos en Bolivia desde CODESPA, con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid y la Fundación Ser Familia, para promover la generación de emprendimientos que den un nuevo impulso a la economía boliviana en un escenario de recuperación tras la pandemia.

Actualmente, el 80% de la fuerza laboral del país se encuentra trabajando en el mercado informal, con condiciones de empleo inseguras entre otras problemáticas. Además, la pandemia provocó una pérdida significativa de empleos. A esto se suma la falta de políticas activas para promover la inclusión social de grupos vulnerables en el ámbito laboral.

A pesar de esta situación y de la huella imborrable que dejó la pandemia de la COVID-19, frente a Bolivia se abre también un horizonte de oportunidades que podrían impulsarle a apostar por modelos económicos más sostenibles e integrales.

Bolivia tiene ciertas ventajas geográficas que podrían posicionarle como un aliado importante en abastecimiento de alimentos para países como Brasil. También es un gran momento para impulsar a las empresas que implementen pilares de Economía Circular y para el desarrollo de una Economía Naranja, basada en el valor económico que se genera a través de la creatividad, el conocimiento y la propiedad intelectual.

En este contexto de desafíos y oportunidades, nuestro trabajo consiste en apoyar a los emprendedores locales para identificar y superar los obstáculos que pueden surgir en el camino.

La experiencia de trabajo en el país revela que el acceso a financiación, acompañado de un programa de capacitación o la asistencia técnica, son factores claves para impulsar, fortalecer y consolidar estas iniciativas. Nuestro objetivo es llegar a promocionar 50 emprendimientos a través de procesos de aceleración y mentoría.

En esta línea, el programa de incubación cuenta con mentores que proporcionan orientación y asesoramiento en áreas como la elaboración de planes de negocio, la identificación de oportunidades de mercado y la gestión financiera. También se presta apoyo a los proyectos emprendedores en una fase más inicial, con el objetivo de que puedan insertarse en las cadenas de valor y se conviertan en un motor económico y social que contribuya al desarrollo del país.

 

Walking Chuquiago, la historia de Carolina Abigail Siga

Carolina Abigail Siga.

La pandemia del coronavirus ha sido todo un reto para las mujeres bolivianas. Durante la crisis sanitaria han tenido que cargar con el peso adicional de los cuidados domésticos e incluso muchas han renunciado a su trabajo para hacerse cargo de los hijos, que han recibido educación virtual durante dos años.

Sin embargo, también ha generado una coyuntura para que las mujeres asuman roles de liderazgo en sus negocios y comunidades.

Walking Chuquiago es una empresa liderada por Carolina Abigail Siga que ofrece paquetes turísticos en el área rural de El Alto y La Paz. El negocio promueve el turismo responsable y sostenible y busca “mostrar toda la diversidad de la gente, de la flora y la fauna y de la identidad boliviana.

Carolina explica que la oportunidad de acceder a formación ha supuesto el fortalecimiento de su emprendimiento, desarrollándolo de forma sostenible y centrándose en la generación de empleo.

Para Siga ha sido crucial el acceso a capacitación técnica y personal, pero también a tecnología que le permite avanzar en la transformación digital del negocio y tener un mayor alcance.

La tecnología es una forma de hacer que nuestros negocios se conviertan en soluciones inteligentes.

Carolina Abigail Siga es un ejemplo de emprendimiento femenino en Bolivia y de cómo las mujeres jóvenes pueden liderar el camino hacia una economía más sostenible e inclusiva.

 

En conclusión, crisis como la pandemia de la COVID-19 ha traído consigo retos y dificultades para el empleo y el emprendimiento en Bolivia. No obstante, también ha dejado lecciones valiosas y ha evidenciado la capacidad de adaptación y resiliencia de los bolivianos.

 

Escrito por Jaime Ballivián, Coordinador de Proyectos de CODESPA Bolivia.

 

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