Según estimaciones de la Organización Mundial del Turismo de Naciones Unidas, entre al año 2010 y 2030, se prevé que las llegadas internacionales a los destinos emergentes crezcan un 4,4% anual, el doble de lo que se espera que se incrementen en las economías avanzadas. Además, se calcula que las economías emergentes recibirán cerca del 60% de los turistas mundiales en 2030.

Ante estas previsiones, es evidente que el sector turístico tiene un gran potencial de cara a los próximos años. Gracias al aumento de la demanda de estos servicios en los países menos desarrollados, se abre una oportunidad en sus estructuras productivas que, bien aprovechado, podría reducir las desigualdades de su población de manera significativa.

Por este motivo, desde CODESPA apostamos por el turismo rural comunitario como una estrategia de desarrollo en los países donde existen grandes índices de pobreza. Se trata de un tipo de turismo que permite al visitante entrar en contacto con comunidades rurales que conservan su identidad cultural como elemento de diferenciación, al mismo tiempo que supone una oportunidad para generar trabajo e ingresos complementarios a su actividad diaria (ganadería, agricultura…), los cuales siempre son gestionados por su propia comunidad.

Nelly Mandortupa Champi, miembro de una asociación de turismo comunitario de Perú, reconoce los beneficios que ha supuesto la implementación de este modelo en su comunidad. “Nosotros hemos aprendido a recuperar nuestras costumbres y recuperar nuestras comidas típicas con nuestros productos. Ahora podemos preparar no solo para el turista sino también para la familia. Estamos valorando más nuestros productos andinos”, dice.

Sin embargo, todavía existen importantes retos que el turismo rural comunitario tiene que superar. Algunas iniciativas de este tipo de turismo que ya existen en Latinoamérica encuentran limitaciones principalmente a la hora de acceder a los circuitos comerciales, controlados por grandes tour operadores.

Desde CODESPA trabajamos a través del programa “RUTAS: Destinos de Turismo Comunitario con Calidad Sostenible en América Latina, en Perú, Bolivia y Ecuador”, para conseguir que las comunidades que se encuentran en lugares de importantes flujos turísticos puedan desarrollar esta actividad de manera viable y sostenible en el tiempo. De esta manera, el turismo rural comunitario se convierte en una nueva fuente de ingresos y oportunidades sociales para todas las familias beneficiarias.