Marruecos está viviendo un crecimiento en población y económico muy grande durante los últimos 20 años. Este crecimiento ha provocado que la población se desplace a las grandes urbes.

Las familias emigran a las grandes ciudades, buscando mejorar sus condiciones de vida. Pero la realidad que se encuentran es muy diferente… No tienen acceso a un trabajo, los jóvenes se ven obligados a abandonar el colegio y sin un futuro laboral, quedan excluidos de la sociedad. Esto perpetúa su situación de pobreza provocando problemas sociales.

En CODESPA Marruecos, conscientes de esta situación, estamos buscando alternativas que permitan a los jóvenes proponer soluciones a las problemáticas a las que se enfrentan. Esto se realiza a través del Consejo Comunal de Jóvenes de Tetuán. Desde CODESPA, y junto a nuestro socio local ATIL, trabajamos para empoderar a los jóvenes y dotarles de las capacidades y herramientas para que puedan llevar a cabo la articulación de políticas públicas para solucionar los problemas identificados.

Miembros del consejo viajan a Italia por primera vez

Dentro del programa tratamos de promover el intercambio de experiencias entre jóvenes procedentes de Marruecos, Túnez, Egipto, Palestina, Italia, Bélgica y España, en materia de prevención de la radicalización violenta.

La radicalización de jóvenes es uno de los problemas de emergencia social en todo el mundo. Se trata de la expansión de un fenómeno que penetra en los contextos de riesgo en el que los jóvenes parten de un estado de vulnerabilidad por su situación de precariedad y pobreza añadida a una frustración e impotencia permanente (Khadra, 2004).

Durante una semana, del 28 de septiembre al 5 de octubre, 3 miembros del consejo de jóvenes de la Comuna de Tetuán, participaron en talleres orientados a buscar soluciones ante posibles radicalismos violentos que pueden surgir en algunas comunidades. Se definió el concepto de radicalismo y se identificaron aspectos transversales y específicos de cada contexto que lo provocan.  Así mismo, se facilitaron a los jóvenes las herramientas para diseñar actividades que ayuden prevenir la radicalización.

En un ambiente intercultural, los participantes tuvieron la oportunidad de compartir las similitudes y las diferencias en el análisis de la exclusión social juvenil. También se trato cómo se perciben y resuelven sus diversas dimensiones en cada contexto local, dentro de la región euro-mediterránea. Por último, pudieron reconocer y de-construir estereotipos sobre diferentes grupos culturales y valorar el diálogo intercultural para enriquecer la percepción del mundo.

Ahora estos jóvenes deberán replicar estos talleres en Tetuán. Intercambiarán las experiencias aprendidas, desarrollarán talleres, similares a los que han experimentado, para otros jóvenes en bibliotecas y centros socioeducativos de la Comuna, con el fin de promover foros de debate que contribuyan a la prevención de la radicalización violenta.

Este tipo de proyectos posibilitan que la juventud se involucre y sea protagonista del cambio en su ciudad. Ahora comienzan a ser escuchados, tienen voz y las herramientas para ejercer una participación activa, profesional y que resuelva los problemas sociales que les conciernen.

Todo esto no habría sido posible sin el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona. ¡Muchas gracias!