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525 mujeres cambiarán el futuro de Santa María de Pantasma, en Nicaragua

Santa María de Pantasma es un pequeño municipio del norte de Nicaragua. Se encuentra en una región eminentemente rural (78,6% de la población vive en las zonas rurales), y a pesar de ser el primer productor del país en café, maíz y frijol, las mujeres se encuentran en una situación muy vulnerable.

El 63% de la población solo ha tenido acceso a nivel de escolaridad básica y el 16,7% de la población, no ha tenido la oportunidad de aprender a leer, ni escribir. En muchos casos sus herramientas para cultivar sus tierras son muy rudimentarias, teniendo que hacerlo ‘directamente a mano’.

Esto ha provocado que el 59% de la población de esta zona (departamento de Jinotega) viva en situación de pobreza extrema. Sin acceso al colegio y una grave situación de inseguridad alimentaria, que afecta especialmente a los niños, el rol de la mujer ha sido relegado a un segundo plano.

¿Por qué esta situación de inseguridad alimentaria?

A pesar de que es una zona eminentemente agrícola, sus cosechas no son lo suficientemente productivas para alimentar a sus familias. Cosechan café y productos como el maíz o frijoles, pero la variedad de productos es muy pequeña. Además, no producen lo suficiente como para poder vender sus propios productos y obtener unos ingresos que les permitan diversificar los alimentos que comen.

Esto ha provocado que sus dietas carezcan de proteínas, minerales y vitaminas, afectando principalmente a los más pequeños.

23 mujeres serán la voz de muchas

Desde CODESPA este proyecto es muy especial para nosotros. En un lugar donde la mujer tradicionalmente ha sido relegada a un segundo plano, formaremos a 525 mujeres para que puedan cambiar el futuro de sus familias y de las comunidades de Santa María de Pantasma.

Comenzaremos haciendo talleres, donde formaremos a 23 mujeres para que se conviertan en líderes de sus comunidades. Aspectos como derechos humanos, leyes de soberanía alimentaria, protección de recursos naturales y otros muchos conocimientos que les  permitan que su voz sea escuchada.

Al mismo tiempo, crearemos 5 bancos de semillas, todos ellos gestionados por mujeres. Estos bancos tendrán un primero objetivo de poder ofrecer semillas de calidad a otras mujeres (las tierras tienen la capacidad de ser muy productivas). Por cada 1kg de semilla recibido, después de la recogida de cosecha tendrán que devolver 2kg de semillas de la misma calidad. Para que esta multiplicación de semillas sea correcta, se les formará en técnicas de selección de semillas y multiplicación. Esto les permitirá, cuando vayan aumentando sus reservas de semillas, venderlas y obtener beneficios que repercutirán en ellas mismas.

También podrán acceder a formaciones en técnicas de buenas prácticas agrícolas, incorporando nuevos productos en sus cultivos, para poder diversificar las cosechas.

Por otro lado, ayudaremos a crear cooperativas gestionadas por ellas mismas. La idea es que estas cooperativas les permitan acceder a microcréditos para mejorar sus cosechas y después, a través de formaciones, poder unirse y vender los excedentes en condiciones justas y ser más fuertes a la hora de negociar. Estos ingresos podrán invertirlos en comprar alimentos para mejorar su situación de seguridad alimentaria y que sus hijos puedan alargar su tiempo en la escuela, alcanzando niveles de educación secundaria.

Trabajaremos codo con codo con ellas, haremos investigaciones de mercado para saber qué productos podrán vender mejor, nos sentaremos junto a ellas para progresar y conocer a qué nuevos problemas se enfrentan; dos años llenos de trabajo, pero también de emociones.

Hemos comenzado con el objetivo de poder ayudar a 525 mujeres y que ellas mismas puedan ser el apoyo de más mujeres. Pero tú puedes convertirte en la oportunidad de otras muchas, dona.