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Inversión de impacto: un compromiso social del mundo de la inversión financiera

Inversión de impacto: un compromiso social del mundo de la inversión financiera

Hace casi un año se dieron a conocer los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, una plataforma que nos recuerda que los retos y problemas a los que se enfrenta la sociedad, no pueden ser resueltos por solo unos pocos.

Falta de agua potable, escasez de alimentos, desigualdades entre países o dentro del mismo país, cambio climático o incluso las consecuencias de las guerras son, entre otros muchos, problemas sociales a los que solo podemos hacer frente a través de iniciativas innovadoras, que partan desde diferentes agentes.

Este es el caso de la inversión de impacto, que también es conocido como ‘impact investing’. Este tipo de estrategia para luchar contra la pobreza surge de una exigencia a la actividad económica, en la que no solo debe reconocer que existen estos problemas, también dar un paso hacia delante e intervenir para poder impulsar una solución. La inversión de impacto se define como:

‘Aquellas inversiones llevadas a cabo en empresas sociales, de forma directa o a través de intermediarios, con la intención de generar un impacto social y medioambiental junto un retorno financiero’.

Características de la inversión de impacto

Este tipo de estrategia, dentro del sector privado, podría ser vinculada de una forma más estrecha all mundo de las inversiones.

La filantropía y el mundo de las inversiones siempre habían permanecido separados, por objetivos distintos. Sin embargo, impact investing une la rentabilidad financiera y el beneficio social y medioambiental.

Entre sus principales características, podemos destacar:

  1. En su naturaleza inicial son inversiones, es decir, proveen capital en diferentes tipos de ‘formato’.
  2. Tienen un objetivo social, es decir, buscan resolver problemas que afectan a la sociedad o ambientales.
  3. No tienen un fin filantrópico solo, sino también deben producir un retorno financiero positivo para el inversor.
  4. Ambas dimensiones, la social y económica, deben tenerse en cuenta en todo el proceso.

Poco a poco la inversión de impacto está creciendo y encontrando su espacio, que con iniciativas filantrópicas o las inversiones tradicionales, no se podía ‘ocupar’. Este nuevo tipo de inversiones se está desarrollando para modelos de negocios que son económicamente estables y eficientes. Las empresas en las que este tipo de fondos invierten deben: ser escalables y autosostenibles, tener modelos de gestión eficientes y el compromiso de los stakeholders; provocando, todo esto, que los riesgos a los que se enfrenta la empresa que recibe la inversión, sea menor.

Si quieres conocer más sobre la inversión de impacto, puedes descargarte ‘La apuesta del impact investing: Invertir contribuyendo a la mejora de la sociedad’, del IESE.