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Porque las niñas también deben ir a la escuela

Porque las niñas también deben ir a la escuela

El acceso a la educación es un derecho fundamental, aunque en la actualidad 103 millones de jóvenes en todo el mundo no tienen un nivel mínimo de alfabetización, siendo más del 60% mujeres.En países como República Democrática del Congo, aproximadamente el 34% de los niños no asisten a la escuela primaria, siendo la situación incluso peor en el caso de las niñas, donde es más del 40% las que no pueden acudir al colegio, según datos del Banco Mundial.

“Los niños afrontan desafíos cada día de sus vidas cuando van al colegio en Pakistán, la India y en muchas partes de África, donde hay muchas barreras a la educación como la pobreza, la falta de acceso, la violencia y la oposición cultural” dijo Malala Yousafzai, la joven pakistaní galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2014.

Ella conoce bien estos desafíos. Por ser niña en Pakistán, el régimen talibán no le permitía asistir a la escuela y debido a su lucha por los derechos de las mujeres sufrió un atentado y le dispararon. Pero eso no la amedrentó, ni se dio por vencida y sigue luchando a día de hoy por defender la importancia de la educación.

La pobreza es la mayor barrera de acceso a la educación. Muchas familias no pueden permitirse que sus hijos asistan a la escuela por la falta de recursos económicos o tienen que elegir que solo alguno de ellos pueda ir. Además, muchas niñas acaban haciéndose cargo a corta edad de las tareas domésticas, del cuidado de otros hermanos menores y de ir a buscar leña o recoger agua, lo que les provoca una importante barrera en la posibilidad de acceder a las escuelas. Una situación injusta que se acrecienta más aún en las comunidades rurales.

Las tasas altas de mortalidad materna e infantil, los salarios más bajos cuando son adultas y sus dificultades para ser independientes social y económicamente, son algunas de las consecuencias tremendas que sufren las mujeres por no haber tenido la posibilidad de acceder a educación.

Si lográramos que todas las niñas pudieran ir a la escuela

Si todas las niñas pudieran terminar primaria, cada año se salvarían 900.000 vidas. Si todas tuvieran acceso a la educación secundaria, se reduciría un 49% la mortalidad infantil, salvando 2,8 millones de vidas y reduciríamos en un 64% los matrimonios infantiles.

La educación es fundamental para que ninguna niña vea truncado su futuro y todas puedan alcanzar sus sueños cuando sean adultas. Los datos demuestran que, con acceso a empleo, formación, finanzas y participación de las mujeres en decisiones políticas, habría menos familias en situación de pobreza extrema.

Desde CODESPA creemos en la importancia de la educación y la formación para que las niñas y mujeres puedan llegar a ser independientes economicamente y que accedan a las mismas oportunidades que los hombres. Queremos que ellas sean las protagonistas del desarrollo y que tengan voz en sus comunidades.

Si tú piensas como nosotros y crees en un mundo donde todos debemos tener las mismas oportunidades, firma y únete a la lucha por la igualdad de oportunidades.