Ahora mismo, cuando comienzas a leer estas líneas estarás pensando, ¿por qué una ONG me habla de una marca?, ¿por qué una ONG quiere hablarme de marketing y comunicación? Danos un minuto y lo entenderás todo.

Si al igual que muchos de nosotros estás acostumbrado a ver la televisión, a ir al supermercado o comprar ropa, sabes que lo que es una marca. Ellas nos inundan de impactos continuos todos los días. Y si fuéramos un poco más técnicos, si buscáramos en internet ‘qué es una marca’ encontraríamos una definición en Wikipedia que dice: “Una marca es una identificación comercial primordial y/o el conjunto de varios identificadores con los que se relaciona y ofrece un producto o servicio en el mercado”.

Sin embargo, desde nuestra experiencia del día a día, todos sabemos que una marca es mucho más. Una marca es seguridad sobre un producto, una marca es un referente de calidad e incluso puede llegar a ser algo emocional, como son los casos de Suchard o marcas como adidas y Coca-cola. Además, una marca, gracias a su logo o packaging permite identificar tus productos, en cualquier lugar donde estés.

Desde nuestro punto de vista, una marca puede convertirse en una de esas herramientas que derribe las injustas barreras y sombras a las que se enfrentan los más vulnerables, a la hora de comercializar sus productos.

En nuestros proyectos lo vivimos de forma constante. Por ejemplo, en Angola, gracias al trabajo conjunto, entre los agricultores y nuestro equipo, creamos Sementes do Planalto, una marca que engloba todas las semillas de alta calidad que producen desde las pequeñas cooperativas. Lo más importante de este proyecto es que damos acceso a unas semillas de calidad, a precios asequibles o créditos en especie, que permiten a las familias más vulnerables aumentar sus cosechas y alcanzar su seguridad alimentaria. Pero teníamos que hacer que llegaran a más gente, a un precio muy reducido, y que los mismos agricultores pudieran distribuirla, teniendo la confianza de sus vecinos. Eso es Sementes do Planalto, una ‘herramienta para luchar contra el hambre’.

Nosotros le llamamos asistencia técnica, pero muchos diríais marketing

Como puedes ver, la creación de una marca, para nosotros se convierte en una parte fundamental de la ‘asistencia técnica’ que desarrollamos para que los productores más vulnerables puedan comercializar sus productos, en condiciones justas.

Millones de pequeños productores vulnerables trabajan todo el día, invierten horas en como mejorar sus cosechas o productos al igual que muchos empresarios, pero en una situación de pobreza y vulnerabilidad constante. La pobreza es la causa de que, al igual que escribimos en un post hace unas semanas, los intermediarios se aprovechen de ellos.

Ese es el caso de Rosa, una mujer que vive en el Chimborazo, Ecuador, una mujer que es protagonista de los #FantasmasDelChimborazo. Ella es invisible para los intermediarios, se aprovechan de ella y menosprecian sus cosechas de caña de azúcar.

Ella lo sabía, necesitaba ser más fuerte. Ahora 14 mujeres forman parte de una cooperativa donde ‘transforman’ la caña en panela, un tipo de azúcar natural. Sabiendo que esto no era suficiente, le ayudamos a crear su propia marca, Biocaña.

No es solo un logo, es también un packaging y a pesar que no lo parece, ha sido fundamental para que ahora no sean invisibles para los intermediarios. Les respetan, identifican y conocen su producto, y la calidad del producto es la misma, pero lo valoran más. Y en este caso, lo más importante, les pagan precios justos por su trabajo y esfuerzo.

Cuando tienes la oportunidad de conocer a Rosa y te cuenta todo este ‘viaje que están viviendo’, sabes que sus vidas están cambiando. Elevan su mirada y una sonrisa se dibuja en su tímida cara, diciéndote que ojalá su panela llegue a los supermercados, y por qué no, la canela Biocaña termine traspasando fronteras.

Sí, así es, nosotros aprovechamos las marcas para cambiar las vidas de las personas más vulnerables y nos gustaría haber sido capaces de daros respuesta a ¿por qué una ONG me habla de una marca?