Maldonado se encuentra en el norte de Ecuador, a cientos de kilómetros de las grandes carreteas y calles de Quito. Dentro de la Provincia de Esmeraldas, su gran porcentaje de población es afrodescendiente.

Al igual que en otros muchos países, la historia se repite. Ser afrodescendiente significa vivir en una situación de desigualdad constante. Ellos mismos te lo cuentan, la desconfianza que la gente tiene hacia ellos, ha limitado las oportunidades que tienen. Un ejemplo serían sus vías de comunicación, mientras en gran parte de la provincia ves carreteras perfectas, aquí todo son caminos intransitables que dificultan de forma constante el día a día.

Maldonado: las barreras de la pobreza y la desigualdad

Pocos habitantes formar parte del pueblo que os vamos a hablar, en Maldonado. En cuanto entras en él, notas que el crecimiento económico del país los ha dejado de lado.

Cada paso que das, cada mirada te muestra que ese pueblo ha sido olvidado. No sabes la razón, no quieres pensar si se debe a una cosa u otra, pero entiendes que debes ayudarles a cambiarlo. Casas a medio terminar, tablones de madera y techos de ‘hojalata’ donde viven familias enteras, angostos caminos de tierra y barro que se vuelven impracticables con cualquier lluvia…, esa sería la foto de este pequeño pueblo.

En esta parte de Ecuador, el 89,3% de la población de las zonas rurales vive en situación de pobreza. Esto implica que no tienen acceso a servicios básicos como puede ser un médico o una farmacia y ni imaginemos la posibilidad de poder ir a un banco donde guardar tu dinero o pedir un pequeño microcrédito para enfrentar un mal momento o mejorar tu cosecha.

La existencia de unas buenas carreteras permitiría que las familias pudieran acercarse a los hospitales, al banco y que decir, de las escuelas o sus cosechas, su único medio de vida.

Cosechas de cacao para enfrentarse a la pobreza

Si tienes la oportunidad de visitar este pequeño pueblo, al final del todo, donde la gente se reúne, encuentras una cooperativa. Esta cooperativa está formada por pequeños agricultores de cacao. El chocolate, un alimento que desde pequeño a casi el 100% de todos nosotros nos vuelve ‘locos’, para ellos es su arma para acabar con la pobreza.

La cooperativa ayuda a que los pequeños productores de cacao se junten y puedan vender sus productos a precios justos. Pero sigue existiendo una constante, ¿cómo transportar el cacao?, ¿cómo llegar a sus cosechas?

Los caminos son intransitables para cualquier tipo de transporte normal, solo potentes todoterrenos o camiones pueden soportar estos viajes de forma constante. Pero debido a la desconfianza y la lejanía de cualquier banco, no pueden pedir un microcrédito que les ayude a comprar ese pequeño camión que necesitan.

Durante años su única forma de poder transportar el cacao y llegar a sus cosechas, son una estrechas y alargadas canoas. Pequeños motores, que se ahogan de forma constante, provocan que ‘viajes’ que se podrían hacer en media hora se conviertan en largos trayectos de 90 minutos. Las cosechas no se pueden cargar, ni transportar con facilidad y la pérdida de parte de ellas en el río es una constante.

Desde CODESPA tenemos un compromiso, les ayudaremos a que mejoren sus cosechas, a que puedan comercializarlas y asegurar precios justos, para conseguir que les concedan un microcrédito, adaptado a sus necesidades, y compren ese camión que les ayude a cambiar sus vidas.

Sin embargo esto no es suficiente, estos caminos de tierra seguirán provocando que sus historias, sus problemas y su voz no lleguen muy lejos. Por ello os necesitamos, por ellos creamos www.fantasmasdelchimborazo.com, para que nos ayudéis a contarlo y para que estas ‘historias de fantasmas’, no desaparezcan. No te vamos a engañar, estás a solo 5 clic y 4 minutos de cambiarlo.