220.000 víctimas mortales, 5,8 millones de desplazadas internos por el conflicto, 25.000 desaparecidos y 1.754 víctimas de violencia sexual son algunas de las consecuencias de 55 años de guerra en Colombia.Un país en el que el conflicto armado ha afectado, de una forma u otra, a casi siete millones de personas, parece que por fin puede encontrar la paz.

En un evento celebrado el pasado miércoles en La Habana, Juan Manuel Santos, Presidente de Colombia, y el Jefe Supremo de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, se comprometieron a firmar la paz definitiva en un plazo de seis meses. Para ello, se va a poner en marcha una jurisdicción específica con magistrados colombianos y de otros países que serán los encargados de procesar a aquellas personas que han estado implicadas en los crímenes de guerra, ya sean combatientes e integrantes de las FARC o civiles.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es una organización terrorista que opera en Colombia y en la zona fronteriza con Venezuela. Participan en el conflicto armado de Colombia desde 1964. Su enfrentamiento contra el estado, ha estado lleno de violencia y ha supuesto consecuencias muy duras para la población civil, afectando a su desarrollo social y económico.

Una de las consecuencias más graves que ha dejado este conflicto es la pobreza en la que vive el 28,5% de la población, de las que el 8,1% vive en situación de pobreza extrema. Esto supone que estas personas no tengan los ingresos suficientes para poder obtener los alimentos básicos para vivir en unas condiciones dignas. Unos datos que llevan a Colombia a la posición 14 de mayor desigualdad del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Esta situación se agrava cuando nos acercamos a las zonas rurales del país, donde el conflicto armado y los grupos armados, de forma histórica, han sido más agresivos. Incumplimiento de derechos humanos, secuestros, conflictos de tierras, desigualdad y un largo etcétera de consecuencias de los 55 años de guerra en Colombia, han provocado una situación insostenible. Desigualdad, sin acceso a servicios como la educación o sanitarios, el 50% de las mujeres indígenas no puedan acceder a un trabajo.

En qué consiste el proceso de paz

Se trata de un acuerdo que tiene el objetivo de acabar con el conflicto. Para ello, se van a mantener conversaciones y grupos de trabajo que se reunirán fuera de Colombia, garantizando seriedad y discreción. Estas reuniones tendrán una duración determinada y se irán revisando los acuerdos alcanzados en cada una de ella. Además, ningún acuerdo tendrá validez hasta que se refrende por los colombianos. De esta forma, la población juega un papel fundamental en este proceso de paz.

Se trata de un proceso diferente a otros vividos anteriormente, ya que se está trabajando sobre seis puntos concretos: una política de desarrollo agrario integral, la participación política, el fin del conflicto, la solución al problema de las drogas ilícitas, las víctimas y la implementación, verificación y refrendación del proceso de paz en sí.

Construyendo paz desde el desarrollo agrario

El desarrollo agrario integral es algo en lo que desde CODESPA llevamos trabajando años en el país. Como hemos dicho el conflicto armado ha afectado a los agricultores, impidiendo desarrollar sus cultivos y obtener ingresos para poder mantener a sus familias. No tienen las herramientas, ni las tierras, ni los conocimientos suficientes para poder sacar provecho de sus tierras.

Desde CODESPA pensamos que la política de desarrollo agrario integral que tiene prevista desarrollarse en este proceso de paz es fundamental para que estas personas que viven en el campo puedan tener la oportunidad de tener un medio de vida con el que salir adelante.

Esta política de desarrollo agrario tiene el objetivo de conseguir un desarrollo social de la población campesina, garantizando su acceso a la educación, la vivienda, la salud y, erradicando así la situación de pobreza en la que viven y construyendo una paz estable.

Nuestra experiencia en la zona norte del departamento del Cauca confirma que un cambio es posible. Trabajando mano a mano con los agricultores es posible conseguir grandes cambios en su vida. Para ello hay que invertir en formación para que puedan mejorar la producción de sus tierras e incrementar la calidad de los productos. Asimismo es clave el desarrollo de organizaciones (cooperativas, asociaciones) para que puedan trabajar conjuntamente y así aprender unos de otros. Esto les permite también tener unas mejores condiciones de venta, obteniendo así mayores ingresos.

Nunca, en procesos de paz de conflictos armados que han afectado a tantas generaciones de un país, podemos olvidar a las personas. Estos procesos deben construir una paz, poniendo el foco en las personas para que sean, finalmente, los más beneficiarios de una paz duradera.