Espacios como la Aldea son escenarios que hacen posible soñar con la Paz en Colombia.

Situada en la comunidad de Remolinos del Cagúan, una localidad perdida en la profundidad de la compleja selva del Caquetá, este internado se ha convertido en la única alternativa de futuro para los menores que viven en la veredas de la región. Una región muy castigada por la guerra y olvidada por el Estado en el que la juventud solo tiene como alternativas de futuro ingresar en la Guerrilla de las FARC-EP o trabajar en el cultivo de hoja coca para poder sobrevivir.

Fundada por los sacerdotes de la orden religiosa de origen Italiano de la Consolata, este internado es el único espacio respetado por todos los actores armados que operan en la región. Cada curso ochenta niños y niñas acuden a este internado para poder cursar sus estudios en la escuela pública de Remolinos del Caguán, la única escuela en estas lejanas selvas del Caquetá.

La Aldea, además de dar albergue a estos jóvenes, es el único modelo de formación moral de estos chicos. El Padre Luis Emilio y tres religiosas son los responsables de sacar adelante este proyecto. Un proyecto en el que solo la educación se plantea como alternativa a las armas y como modelo de construcción de oportunidades. Durante todo el tiempo que dura el curso escolar estos religiosos se convierten en la única familia para este grupo de jóvenes. Cada día, además de acudir a la escuela, los alumnos de la Aldea reciben clases de formación agropecuaria, una educación clave en esta región de Colombia ante la falta de alternativas que ofrece el Estado a la sociedad civil.

El proyecto de la Aldea, es un pilar fundamental para la población local de esta olvidada región. Aún así y aún sabiendo de su importancia, la Aldea no queda libre de las penurias que asolan a estas selvas. Las necesidades económicas para poder sustentar el proyecto son muchas. Su independencia frente a la influencia de cualquier actor armado le obliga a buscar los fondos económicos que permitan el sustento del proyecto lejos de estas tierras. Sin embargo, su humilde planteamiento alejado de los grandes y faraónicos proyectos de las grandes ONG hace a la Aldea una alternativa poca atractiva para las campañas reputacionales de las grandes empresas y los movimientos sociales.

Tu ayuda es fundamental para un proyecto como este. Una iniciativa que es una alternativa real para la construcción de Paz en Colombia. La Paz se construye con pequeñas iniciativas como la Aldea. Proyectos que se ajustan a la realidad y problemática local, que fomentan el cambio desde el ámbito local y no desde la subordinación a una organización externa. La Paz y el cambio en Colombia solo pueden venir de la mano de la propia sociedad colombiana. Una sociedad de la que también son parte este grupo de jóvenes que pertenecen a esta otra Colombia olvidada víctima del conflicto. Ellos son también parte del cambio y necesitan tu ayuda para poder tener un futuro y una alternativa a la realidad de la guerra.

Para ellos tu ayuda sí que marca una gran diferencia. No lo olvides.

Ayúdanos a proporcionar soluciones para estos jóvenes y niños. Conviértete en oportunidad y dona para que este proyecto pueda continuar.