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“Los ingresos son utilizados en los estudios de mis hijos; y en los míos”. María Esperanza Rodriguez, Honduras. #unahistoriaquecontar

“Los ingresos son utilizados en los estudios de mis hijos; y en los míos”. María Esperanza Rodriguez, Honduras. #unahistoriaquecontar

María Esperanza es socia fundadora de una empresa de crédito comunal de Honduras. La sede de la empresa está en su casa.

En las zonas rurales de Honduras las cifras arrojan un dato desolador: el 60% de las familias viven en extrema pobreza. La educación se convierte, así, en un bien inalcanzable para los niños y niñas de las familias. Su imposibilidad de acceder a ella provoca un estancamiento en las comunidades, generaciones y generaciones sin oportunidad de salir de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran.

María Esperanza, una mujer que hace honor a su nombre

Es nativa de la comunidad de El Mayén de Merendón, al norte de Honduras. Ahora vive en la Colonia Milenio de la Villa de Cofradía y es, nada más y nada menos, socia fundadora de una empresa de crédito comunal.

En una carta que nos envió, escrita con su puño y letra, nos relata su historia y como llegó a conseguir lo que ahora tiene.

“Soy socia fundadora de la empresa de crédito comunal Amigos del Milenio S.A. Actualmente dicha empresa tiene su sede en mi casa. Me inicié siendo propietaria de 15 acciones, con un valor de 200 lempiras (unos 8 euros) cada una, llegando a un valor total de 3.000 lempiras. Participé 3 años en la directiva como vocal y dos años en el comité de crédito”.

María Esperanza no se conformó con eso. Quería seguir prosperando y, para ello, continuó trabajando. “Con muchos deseos de superar los primeros años, no retiré las ganancias de mis acciones. Al contrario, compré nuevas acciones. Ahora soy socia mayoritaria, con 250 acciones. Al igual que mi marido. Mis hijos, al cumplir la mayoría de edad, también pasarán a ser socios”. María Esperanza sabe que gracias a esa empresa ella consiguió financiación para invertir en su trabajo y, poco a poco, salir de la pobreza. Ahora otros muchos también pueden hacerlo y mejorar así su comunidad.

¿Qué son las empresas de crédito comunal?

En CODESPA trabajamos en Honduras con un proyecto de microfinanzas, asesorando a personas como María Esperanza, fomentando las empresas de crédito comunal, unas organizaciones que no están reguladas y que se especializan en prestar servicios microfinancieros a personas en situación de vulnerabilidad para que puedan salir de la pobreza y convertirse en protagonistas de su propio desarrollo. Las empresas de crédito comunal están formadas por miembros de una comunidad, que se organizan gestionando la microempresa y prestando servicios entre ellos. Así, pueden reinvertir, mejorar, avanzar y ofrecer a sus familias mejores condiciones de vida.

“Gracias al asesoramiento y motivación de CODESPA y al fomento de la empresa de crédito, hace dos años compré una parcela de terreno en San Antonio de Merendón. Cultivo cacao fino. Con los beneficios mandé construir un horno para conseguir ingresos vendiendo pan. Y también tengo una microempresa de tortillas”.

Por lo que le ha costado llegar hasta aquí, Maria Esperanzas sabe lo importante que son la formación y la educación y en eso invierte sus ganancias. “Estos ingresos son utilizados en los estudios de mis hijos; y en los míos, ya que a mis 43 años estudio a distancia y actualmente curso mi tercer año de ciclo”.