Cada 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha que nos invita a mirar más de cerca cómo, desde lo cotidiano, podemos derribar barreras y abrir oportunidades reales para todas las personas.
En CODESPA creemos profundamente en eso: en crear condiciones para que quien quiere salir adelante, pueda hacerlo, sin importar si vive lejos, si tiene pocos recursos o si convive con una discapacidad.
En Guatemala, esa convicción tomó forma con un proyecto que impulsamos en el Corredor Seco junto a Christian Blind Mission y Fundación Seeliger y Conde. Nuestro objetivo es sencillo y ambicioso a la vez: que todas las personas, también aquellas con discapacidad, puedan acceder a herramientas financieras básicas (como ahorro, crédito o formación) para fortalecer su economía y su autonomía.
A veces eso ocurre en una pequeña tienda, en un salón comunal, en el patio de una casa… Y muchas veces empieza con una sola decisión: atreverse a intentarlo.
Durante el proyecto, se han formado 31 grupos de ahorro, crédito y emprendimiento en 27 comunidades de Chiquimula. En total, han participado 552 personas, de las cuales 98 tienen alguna discapacidad (40 visual, 32 física y 25 auditiva). Además, los grupos cuentan con 252 mujeres y 252 cuidadores, contribuyendo a un enfoque inclusivo y equitativo.
Estas son algunas historias que muestran cómo el acceso a educación y servicios financieros puede transformar vidas.
Lissy: cada Quetzal lo reinvierte en crecer
Lissy convive con artritis y lupus sistémico, lo que le provoca dolor constante y limita la movilidad de su tobillo. A veces se siente cansada o desanimada, pero cada mañana se levanta temprano y sigue adelante: “Hay días que ni ganas de levantarme tengo, pero tengo que hacerlo.”
Su camino cambió cuando se unió a un grupo de ahorro apoyado por CODESPA y recibió un fondo revolvente. Comenzó con lo más básico, vendiendo útiles, y luego amplió su emprendimiento a arreglos y detalles para distintas ocasiones. Cada ganancia la reinvierte en su negocio y en su familia, pagando desde radiografías hasta la luz de la casa.
Hoy Lissy no solo tiene un negocio propio, sino que se ha convertido en un símbolo de perseverancia en su comunidad. Cada semana viaja más de una hora para abastecer su emprendimiento, demostrando que los obstáculos no la detienen y que, con esfuerzo y acompañamiento, es posible transformar cada Quetzal en una oportunidad.
Ahorradoras Alegres: mujeres que se organizan para crecer juntas
En muchas comunidades del Corredor Seco, los bancos quedan lejos y los trámites son complicados. Por eso, con el proyecto impulsamos grupos comunitarios de ahorro, una metodología propia llamada EntreTODOS que genera espacios donde las personas aportan pequeñas cantidades cada semana y pueden solicitar préstamos sin barreras ni discriminación.
Uno de esos grupos está formado por mujeres que decidieron llamarse “Ahorradoras Alegres”. Ellas mismas explican que antes no sabían cómo manejar el dinero y que, al organizarse, no solo empezaron a ahorrar, sino también a crear confianza entre ellas.
Hoy cuentan con un fondo propio, hacen préstamos a bajo costo y se apoyan mutuamente en sus emprendimientos. Y lo más importante: incluyen a mujeres con discapacidad, sin distinciones. Para ellas, eso también es comunidad.
Rosita: superándose cada día
El día a día de Rosita es un reto: se moviliza con silla de ruedas y depende en parte de la ayuda de su madre, pero eso no la detiene. En sus palabras: “No hay obstáculos para mí, solo es cuestión de decir ‘yo puedo’”
Gracias a esta iniciativa, Rosita pudo iniciar su propio negocio y abastecerlo, a pesar de que el municipio más cercano está a hora y media de distancia. Lo que comenzó como una necesidad se ha convertido en un ejemplo de perseverancia e inclusión para toda su comunidad. Cada venta, cada esfuerzo, le permite generar ingresos, ayudar a su familia y seguir soñando.
Rosita demuestra que los límites no están en las circunstancias, sino en cómo uno decide enfrentarlas. Con planificación, valentía y apoyo, transforma pequeñas oportunidades en cambios reales y significativos para sí misma y para quienes la rodean. Su historia es un recordatorio de que la inclusión se construye ofreciendo oportunidades que permiten que todos puedan salir adelante.
Baudilio: transformar dificultades en oportunidades
Baudilio es joven y muy trabajador. Convive con una discapacidad física y siempre ha buscado ser independiente, pero nunca había tenido las oportunidades ni los recursos para desarrollar su propio proyecto. Cada día comenzaba muy temprano para conseguir agua y recorrer largas distancias, y eso limitaba su tiempo para aprender y crecer.
Gracias al proyecto EntreTODOS, Baudilio recibió un capital semilla y capacitación técnica que le permitieron montar y organizar su propia granja de pollos. Aprendió a cuidar las aves, planificar la producción y administrar los recursos del hogar de manera más eficiente. Además, participa activamente en el grupo de ahorro comunitario, apoyando a otros jóvenes y fomentando la confianza entre los miembros.
Hoy su esfuerzo se refleja en cuatro galpones en funcionamiento, ingresos estables y alimentos para su familia. Para Baudilio, los obstáculos no son límites: son retos que enfrenta con planificación, constancia y determinación. Su historia demuestra que, con apoyo y oportunidades reales, la independencia y el crecimiento son posibles.
Incluir es escuchar, acompañar y creer
Cada una de estas historias nos recuerda que la inclusión financiera no consiste solo en dar herramientas: consiste en abrir espacios, eliminar barreras y reconocer las capacidades diversas que existen en cada comunidad.
El 80% de las personas con las que hemos trabajado ha logrado ahorrar y mejorar su trabajo, destinando parte de sus ahorros a emprendimientos productivos. La gran mayoría ha incrementado su conocimiento de derechos y se han involucrado activamente en decisiones familiares y comunitarias.
Para nosotros, trabajar con Christian Blind Mission y Fundación Seelinger y Conde significa unir fuerzas para llegar a más personas en situación de vulnerabilidad, con un enfoque claro: inclusión, autonomía y oportunidades reales.
Hoy, en el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, celebramos los pasos que dan Lissy, Rosita, Baudilio y las Ahorradoras Alegres. Celebramos su determinación, su esfuerzo y su forma valiente de abrirse camino.
Y renovamos nuestro compromiso: seguir construyendo comunidades donde todas las personas puedan participar, aportar y crecer.
Educación financiera y emprendimiento con los grupos EntreTODOS
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