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3 mujeres influyentes con historias inspiradoras

3 mujeres influyentes con historias inspiradoras

La historia está plagada de mujeres que lucharon por los derechos humanos y la justicia social. En todas las épocas, y en todos los continentes, hay heroínas que, pese a comenzar siendo un altavoz de las injusticias silenciado por causa de su género, consiguieron, no sin sufrimiento, que se las escuchara y dar así a conocer al resto lo que era necesario cambiar. Se convirtieron en ejemplo a seguir por otras mujeres y hombres.

Os queremos contar tres historias, de 3 mujeres influyentes para la humanidad y que forman parte de la lucha por la paz.

Malala Yousafzai

Premio Nobel de la Paz 2014 “por su lucha contra la represión de los niños y jóvenes, y por el derecho de todos los niños a la educación”

En 2013 fue designada como una de las 100 personas más influentes por la revista TIME. Con 17 años pasó a la historia no sólo por todo lo que significaba su activismo sino también por ser la persona más joven en recibir un Premio Nobel en cualquiera de sus categorías. Y lo hizo por su defensa de los derechos de las mujeres, derecho que el régimen talibán había anulado, años antes, al prohibir a todas las niñas la asistencia a la escuela. Entonces escribió un blog, nada menos que para la BBC, bajo el seudónimo de Gul Makai. Y de esa historia se hizo eco el New York Times.

Pero éste pequeño éxito y su continua reivindicación (Yousafzai no cesó) casi le cuesta la vida. Sufrió un atentado en 2012 a mano de grupos radicales.

Ahora, en Londres, donde se recuperó de las heridas, va a la escuela. Malala Yousarfzai afirmó entonces “volver al colegio me hace muy feliz. Mi sueño es que todos los niños en el mundo puedan ir a la escuela porque es su derecho básico”. Con sólo 17 años sigue luchando por el derecho al acceso a una educación universal y de calidad.

Rigoberta Menchú

Premio Nobel de la Paz 1992 “en reconocimiento a su trabajo por la justicia social y la reconciliación etno-cultural basada en el respeto de los derechos de los pueblos indígenas”

La primera indígena en recibir este galardón. Rigoberta Menchú nació en Guatemala y vivió desde bien pequeña la discriminación que existía sobre los indígenas campesinos. Y contra eso luchó. Llegó tan lejos y a tanta gente en su lucha pacífica que fue mediadora, en 1996, en el proceso de paz entre el gobierno y la guerrilla del conflicto armado de Guatemala (1960).

Mientras sus compañeros de ideas se enrolaban en la guerrilla, ella decidió iniciar una reivindicación pacífica de defensa de los derechos humanos y, en particular, de los derechos de los indígenas y las mujeres.

En el exilio a México, su biografía “Me llamo Rigoberta Menchú y así nació mi conciencia”, le daría suficiente reconocimiento internacional a la gutemalteca para recorrer el mundo con su mensaje, llegando hasta las Naciones Unidas. En 1988 regresó a su país para continuar luchando por la libertad del pueblo indígena.

Al ganar el Premio Nobel de la Paz, denunció las persecuciones de su pueblo, reivindicó los derechos negados a los indígenas y pidió por la igualdad de la mujer.

Leymah Gbowee

Premio Nobel de la Paz 2011 “por su lucha sin violencia por la seguridad de las mujeres y el derecho de la mujer a participar plenamente en la labor de consolidación de la paz”

Esta activista liberiana fue la encargada de poner en marcha y organizar el movimiento de paz que conseguiría poner fin a la segunda guerra civil de su país. Gbowee, con 17 años, trabajó como terapeuta con niños que fueron soldado durante la primera guerra civil. Esa experiencia le llevó a afirmar que “cualquier cambio que deba tener lugar en la sociedad, deberá ser llevado a cabo por las madres”.

Gbowee soñó que luchaba contra la guerra, que ya había terminado con 150.000 vidas en Liberia, y al despertar, se puso a trabajar para cumplirlo. Se reunió con otras mujeres, de diferentes religiones, y ahí germinó lo que sería todo un movimiento de lucha contra la violencia llamado Acción Masiva por la Paz de las Mujeres de Liberia.

Con su insistencia, Gbowee movilizó una caravana de mujeres que partieron de Liberia hasta Ghana para seguir ejerciendo presión en el proceso de paz. Realizaron una protesta silenciosa que desembocó en el primer acuerdo que se producía en esas conversaciones de paz.

En 2003, se instauró la paz en Liberia. 8 años después, Ellen Johnson Sirelaf, primera mujer elegida como presidente de una nación africana y Gbowee fueron galardonadas, junto con la yemení Tawakel Karman, con el Premio Nobel de la Paz.

Leymah Gbowee ahora sigue trabajando en la lucha por la paz. Es miembro fundador del programa Mujeres en la Consolidación de la Paz y directora ejecutiva de la Red Africana de Paz y Seguridad para las Mujeres.

Wangari Maathai, Shirin Ebadi, Jody Williams, Aung San Suu Kyi, Alva Myrdal, Madre Teresa, Mairead Maguire, Betty Williams, Emily Greene Balch, Jane Addams y Bertha von Suttner son otros de los nombres femeninos que componen la lista de los reconocidos como Premios Nobel de la Paz, mujeres inspiradoras que cambiaron el mundo.

Nosotros te hemos contado la historias de tres mujeres que cambiaron el mundo, ¿nos ayudas a contar las de otras muchas mujeres que también lo están cambiando? La mujer indígena: tejedoras de paz en Colombia. 

** Foto obtenida de http://greatthoughtstreasury.com