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La necesidad de la formación como progreso de las zonas rurales

La necesidad de la formación como progreso de las zonas rurales

La Región Oriental de Marruecos ha estado históricamente aislada del resto del país y no ha participado de su desarrollo.La tasa de analfabetismo es del 42%, siendo muy superior entre las mujeres, en especial en el ámbito rural donde el 73% de ellas son analfabetas. En el ámbito rural las familias se dedican a actividades agrícolas o ganaderas de subsistencia. La tasa de analfabetismo dentro de las familias es del 50%.

En el sistema marroquí de educación y formación, el fracaso escolar y la falta de sistemas de formación alternativos son dos temas críticos. El abandono escolar empieza a hacerse significativo a partir del quinto año de la enseñanza primaria, y se generaliza el sexto curso, siendo las causas de este abandono la pobreza extrema de las familias, la desmotivación y bajo rendimiento escolar, la segregación y el maltrato en las escuelas. Esta realidad hace que muchos jóvenes y mujeres se incorporen al mercado laboral antes de cumplir la mayoría de edad y sin haber recibido una formación previa. La situación de estos colectivos hace imprescindible articular iniciativas para garantizar su adecuada formación, la preservación de sus derechos fundamentales y su ingreso en el mercado laboral con las máximas garantías.

Por otro lado, frente a la actividad económica regularizada se produce un aumento de las actividades propias de la economía informal provocando situaciones de precariedad en el empleo, vulneración de derechos laborales, aparición de grupos sociales desprotegidos y corrupción.

Todo ello nos muestra un contexto en Marruecos en el que los derechos sociales de educación y empleo son vulnerados. Los jóvenes entran en una dinámica de falta de educación, falta de acceso a formación profesional y no acceso a empleo de la que no consiguen salir.

La falta de ingresos empuja a muchas personas de las zonas menos desarrolladas del país a emigrar hacia las ciudades. Se trata de personas fundamentalmente del medio rural, bereberes, con muy bajos niveles educativos que no consiguen trabajo en las nuevas ciudades donde se asientan. Esto provoca que un gran número de personas, en su mayoría jóvenes en situación de exclusión, entren en un círculo de marginación y pobreza extrema.