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“Nuestro trabajo en Bolivia”

Atender a los hijos, preparar la comida, llevar las ovejas a pastar, ayudar al esposo en la chacra, lavar las redes de la pesca, preparar los botes de remo, mantener la casa limpia; son cosas de todos los días para las beneficiarias de los proyectos de turismo que ejecuta CODESPA en Bolivia.

Algo similar ocurre con la actividad turística que realizan en sus emprendimientos familiares: atienden a los turistas, hacen las compras, limpian las habitaciones de sus hospedajes, cocinan… Son tareas básicas para brindar servicios turísticos; sin embargo, en las áreas turísticas más hermosas de Bolivia, la profesionalización para realizar este trabajo se conoce poco y menos se practica.

A raíz de eso, desde CODESPA Bolivia emprendimos un trabajo de asistencia técnica y capacitación para mejorar la gestión y calidad de los servicios turísticos en el Lago Titicaca, labor que hoy en día se ha extendido hasta el imponente salar de Uyuni. Un grupo de familias emprendedoras de la isla del Sol y de la Isla de la Luna apostaron a los proyectos de turismo rural comunitario de CODESPA, decidieron invertir su tiempo en formarse con el fin de mejorar su acceso al mercado y forjarse condiciones más dignas para realizar su trabajo.

El 9 de mayo del 2018 se cumplen 9 años de la creación de la Red de Turismo Comunitario APTHAPI. Con tan solo un clic en www.titicacaturismo.com, ¡se puede ver cuánto han crecido! Actualmente, han recibido más de 18.000 personas en sus comunidades y los logros de las mujeres aymaras junto a sus familias es visiblemente reconfortante.

Además, hay un muro en su facebook en el que se pueden dejar mensajes. Actualmente hay cientos de personas que son sus amigos.

Más que un proyecto, APTHAPI constituye para nosotros una relación de confianza y amistad con personas que nos abren sus familias, sus vidas y sus pensamientos.

  • “Queremos llamar a los turistas a una reflexión distinta, a una que, no sea ni con el bolsillo ni con la cabeza, si no con el corazón. Por eso queremos mostrarles nuestra vida, la vida de la mujer aymara, sencilla, sacrificada, callada pero siendo feliz en el servicio a nuestra familia y a nuestro pueblo“.
  • Cuando vienes del otro lado del mar, lo que más necesitas es compartir para aprender; estoy segura.
  • En todo el mundo dicen que la cultura aymara es difícil de comprender, por eso quiero que hables conmigo, que me acompañes a pastar las llamas y veamos el lago juntos; nos dicen “Raza de Bronce” Nos mintieron tanto que nos volvimos escépticos, pero yo te pido que creas en mí, lo único que quiero es trabajar.
  • En el lugar donde vivo yo, el turismo es la actividad por excelencia, yo te pido que hagamos otra forma de turismo, enseñando, compartiendo y ayudando a las familias que trabajan aquí.
  • ¡Tenemos tantos problemas por ser egoístas!, te pido compartas mis sueños de ser mejor, mandar a mis hijos a la universidad como cualquiera, verlos felices, ser feliz.

Nuestro equipo técnico de campo, conoce cada casa y cada historia, son aymaras y transmiten a los beneficiarios cada componente de los proyectos que llevamos adelante; con respeto y asegurando la fidelidad a la realidad local. Es en estas personas, descansa la misión de CODESPA.

Todos ellos trabajan con la ilusión del primer día. Y a pesar de que hacemos uso de los recursos con austeridad, no llegamos tan lejos como se nos necesita, ni tan rápido como querríamos.

Transporte, equipo, comunicación, internet, crear alianzas con empresas del sector, ganar capacidad para dar a conocer estos lugares únicos, la simple impresión de un folleto y continuar con las formaciones; habilidades y parte de nuestro trabajo que no nos son posibles sin fondos, ni si otras personas o empresas confían en el trabajo de CODESPA y nos apoyan.

Jimena Huanca es una de nuestras facilitadoras de campo, nació en Copacabana y fue formada por CODESPA desde su nivel universitario; primero como pasante y luego como técnica de campo, hoy en día coordina todas las actividades tanto en Copacabana como en las comunidades circundantes al lago Titicaca.

Cada día Jimena realiza el seguimiento de cada beneficiario, hace llamadas, coordina visitas, casi siempre sola, camina por las laderas, navega en pequeños botes de pesca, sube al bus público o camina por los senderos del imponente altiplano lacustre. La labor de los técnicos de campo, va más allá de transmitir herramientas metodológicas, debe enseñar con el ejemplo, transmitir confianza y ganarse el respeto por el trabajo bien hecho.

Así, mientras realizan el trabajo de campo día a día emprenden sueños junto a los beneficiarios, entienden lo que les hace felices y contribuyen a que sea posible.

Es fácil entender una sonrisa

No es fácil creer en lo que no se ve, tal cual es creer en los proyectos de turismo, pues son intangibles; sin embargo, es fácil entender una sonrisa de un beneficiario a quien poco a poco le va yendo mejor.

Lo que se hace por amor, compromete.