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¿Cómo podemos ayudar a que las mujeres lideren la lucha contra el hambre en Shasha, R.D. del Congo?

Kivu del Norte es una pequeña región que se encuentra en República Democrática del Congo, que hace frontera con Uganda y Ruanda. Su capital es Goma y sus montañas albergan el Parque Nacional de Virunga, un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad.

Lo que os vamos a contar está pasando en Shasha, a unos 60 km al norte de Goma. Desde hace más de 20 años en Kivu del Norte existen continuos conflictos que hacen de esta región una de las zonas más inseguras de África. Las familias se ven obligadas a abandonar sus hogares para ir a las ciudades, donde se encuentran más seguros.

Debido a estos desplazamientos la población de Goma se ha triplicado en los últimos años. Las consecuencias del boom demográfico son dramáticas y las condiciones de vida son cada vez más precarias, la mayoría de la población no tiene acceso al agua potable ni a la electricidad. La tasa de desempleo alcanza el 80%, y cada día son más las persona que viven con menos de un dólar por día. La inseguridad y el éxodo rural de la población no permiten la explotación de los campos y limitan al mismo tiempo el comercio: la cantidad de productos disminuye y los precios aumentan. Estos indicadores nos muestran una crisis alimentaria que se ha acentuado a lo largo de los últimos años.

En Shasha, una pequeña zona más estable, desde CODESPA trabajamos con 7 cooperativas que lideran unas mujeres y que se han propuesto ser parte de la solución ante esta situación de inseguridad alimentaria existente. Se están formando en técnicas de crías de ganado para poder aumentar su producción y les ayudamos a organizarse entre ellas para poder comercializar los pequeños excedentes que tendrán.

La primera entrega de ganado

La primera entrega de ganado

Estas pequeñas cooperativas ya están recibiendo las formaciones y el siguiente paso era darles acceso a un ganado que les ayudara a dar los primeros pasos en la lucha contra el hambre. Cuando comiencen a criarlos, no solo podrán usarlos como alimentos, también podrán venderlos a precios justos a otras cooperativas cercanas y enseñar lo que ellas están aprendiendo.

Entregamos 72 cabras y 33 cerdos distribuidos entre las 7 cooperativas a finales de 2017. Además, les dimos acceso a un primer pequeño kit de alimentos para estos animales. Ellas se mostraron ilusionadas porque comenzaron a ver que todo lo aprendido lo podían poner en práctica. En pocos meses ellas serán parte de la solución de uno de los principales problemas a los que se enfrentan sus familias, la inseguridad alimentaria y el hambre.

Si quieres ser parte de la solución en la lucha contra el hambre, ayúdales y dona. ¡Gracias!