Desde el pasado mes de enero unas continuas lluvias, que desde hace dos semanas intensificaron su frecuencia e intensidad, están provocando inundaciones en diferentes partes del país. 90 muertos, 347 heridos y 20 desaparecidos, 28.969 casas que tendrán que ser reconstruidas, 120.889 damnificados – personas que lo han perdido todo – y 742.101 afectados son las cifras que siguen creciendo.

Las lluvias siguen concentradas en las mismas zonas, afectando principalmente a las regiones de Piura, Tumbes, Lambayeque, La Libertad, Lima, Cajamarca e Ica. Las inundaciones no solo afectan a las familias, también a infraestructuras como colegios y carreteras. Más de 1 millón de toneladas de ayuda humanitaria, proveniente de diferentes países, se está repartiendo a través de puentes aéreos y marítimos.

El niño costero destruye su futuro

Estas inundaciones van a provocar una desaceleración económica del país y los más vulnerables, una vez más, serán quienes más problemas tengan para poder superar estos meses y reconstruir sus vidas.

Muchos de ellos tendrán que invertir todo lo que tienen para poder reconstruir sus hogares y en el peor de los casos, comenzar de cero. Y este es el caso de muchas de las personas con las que trabajamos en Piura. Pequeños emprendedores, que ya se encontraban en situación de pobreza, y ven como su futuro se desvanece.

Tras meses de formación, aprendizaje y años de ahorro ahora veían la oportunidad de poder comenzar sus pequeños negocios: una tienda de ropa para niños y una pequeña bodega, entre otras ideas de negocio que deberán esperar. Ahora deben invertir su dinero en reconstruir sus hogares lo más rápido posible y evitar que las enfermedades se extiendan y hagan estragos en las comunidades.

Mujeres como Janet o Karin iban a cambiar su mundo… Desde CODESPA queremos continuar con ellos y ayudarles, para que estos meses de trabajo no desaparezcan y puedan salir de la situación de pobreza en la que se encuentra, pero necesitamos tu ayuda.

¿Qué es el niño costero?

Este es un fenómeno climatológico que está afectando a las costas de Ecuador y Perú, donde los daños producidos son mayores. Vino precedido por unas importantes sequías en 2016 y que elevaron las temperaturas del agua en las costas (actualmente en Perú, el agua llega a las elevadas temperaturas de 29ºC).

Esto provoca intensas lluvias y el 3 de febrero, en zonas como Piura, fue declarado el estado de emergencia. Las lluvias torrenciales provocaron inundaciones y huaicos, afectando a viviendas, áreas de cultivos e infraestructuras públicas.

Un desastre climático que hace que los más vulnerables se vean condenados a una situación permanente de pobreza. Si puedes ayudarles, dona.