El ondjango es un lugar donde las personas de una comunidad en Angola se reúnen para compartir sus problemas y otros acontecimientos del pueblo. Para construirlo, el soba (como se denomina a la autoridad tradicional en Angola) convoca a todos los vecinos y les transmite la necesidad de construir este lugar para poder compartir las preocupaciones de cada uno.

Una vez que los vecinos están convencidos sobre la necesidad de tener un lugar comunitario, se crean equipos con diferentes tareas. Por un lado, un equipo busca el lugar donde se construirá, otro equipo se encarga de hacer la selección de los palos en los campos de al alrededor, para luego hacer el corte, y busca la broza adecuada para la cobertura del ondjango.

A veces, las comunidades no pueden permitirse tener clavos para la construcción del ondjango, así que suelen utilizar tiras vegetales que se extrae de los árboles, llamados londovi. Estas tiras suelen tener las características apropiadas para poder utilizarse al principio y mediados del “Cacimbo” (la temporada seca en Angola que va de mayo a agosto). Si en esta etapa la broza sigue mojada se pone a secar por un período más o menos de uno a dos meses y una vez que esté seca se programa la fecha para hacer la cobertura del techo.

El tercer equipo será el encargado de preparar la ubicación donde se va a instalar el ondjango. Primero, se limpiará la zona y después se harán pequeños agujeros para poder poner los palos que sujetarán la estructura; mientras, otro equipo preparará una masa hecha con la misma tierra y piedras para garantizar una mayor estabilidad de los palos. En el caso de que la comunidad pudiese permitírselo, a veces, se suele comprar y utilizar unos cuantos kilos de cemento para robustecer la estructura de los palos, algo que con la tierra no se puede hacer muy bien.

Cuando está preparado todo el material, los vecinos más ancianos de la aldea, se reúnen nuevamente con la comunidad para fijar el día en el que empieza la construcción. Normalmente, se intenta empezar y terminar la construcción del ondjango en el mismo día. Así, cuando terminan, suelen hacer una pequeña fiesta con bebida, comida y baile con la que se inaugura el lugar. Algo muy importante para todos los vecinos de la aldea.

Para aquellos pueblos que no tienen escuelas, a veces, estos ondjangos pueden ser utilizados para dar clases. Este lugar es como una sala de reuniones para las comunidades. Cada vez que el soba tiene que dar alguna comunicación de carácter pública, utiliza el ondjango que acoge a todos los lugareños sin restricciones, ya que se considera un lugar “de todos y para todos”.