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Conflictos armados: destrucción en masa de los Derechos Humanos

Conflictos armados: destrucción en masa de los Derechos Humanos

El pasado 10 de diciembre, se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos . Estos principios, declarados por la ONU hace 60 años, suponen el primer reconocimiento universal de los derechos básicos y libertades inherentes a todos los seres humanos, independientemente de nuestra nacionalidad, lugar de residencia, género, origen nacional o étnico, color de piel, religión, idioma o cualquier otra condición.

Unos derechos que no siempre se ven respetados en los países en los que desarrollamos nuestros proyectos. Los conflictos armados son una de las principales causas de desigualdad en el mundo, afectando a los Índices de Desarrollo Humano (IDH) y al cumplimiento de los derechos humanos. En una guerra existe inevitablemente el sufrimiento y el dolor. En estas situaciones se produce la destrucción en masa de derechos humanos tales como homicidios ilegítimos, tortura, desplazamientos forzados y hambre.

Conflictos que se llevan los derechos humanos  y traen pobreza

Angola, uno de los países en los que trabajamos, ha sufrido 40 años de guerra, 27 de ellos por una guerra civil. Es el conflicto más largo de África que ha afectado a millones de familias. Los hombres han tenido que marcharse de sus casas a combatir en la guerra, las mujeres se han quedado solas, realizando las tareas del campo y responsabilizándose de la educación de sus hijos. Se perdieron vidas, se destruyeron familias, se rompió el primer principio de esta declaración de derechos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

Si nos detenemos en otro de los países en los que trabajamos, los datos son demoledores. La República Democrática del Congo es un país asolado por la guerra desde hace más de 15 años, en el que la violación de los derechos humanos forma parte del día a día. Al igual que en todas las guerras, los más afectados siempre son los más vulnerables: mujeres, niñas y niños. En Goma, más de 7.000 niños han sido reclutados como niños soldados.

Estos niños tuvieron que ir a luchar a la guerra, empuñar un fusil; perdieron su infancia, su derecho a desarrollarse en unas condiciones justas. En este caso, uno de los principios que no se cumple es el 25: “La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social”. Han perdido su derecho a un nivel de vida adecuado que les asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios.

Por último, nos detenemos en Colombia. Un país, en el que en las zonas rurales, todavía se viven las consecuencias de una guerra, presente en el país desde hace 50 años. En 2013 se registraron cerca de seis millones de víctimas del conflicto, contabilizadas desde el 1984. Estas personas han perdido todos sus derechos económicos, sociales y civiles. Los que han podido sobrevivir al conflicto, tienen que empezar de nuevo, buscando una oportunidad que les permita vivir de una manera digna, sin opresiones, sin sufrir discriminaciones; que les permita poder vivir en paz.

Ahora, la reconstrucción de estas vidas, de estos países, lleva su tiempo. Por ello, en CODESPA creemos que es importante estar al lado de estas personas, ayudándoles a recuperar algo que les pertenece: sus propias vidas.

Los Derechos Humanos no son algo negociable, deben cumplirse sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición, a independencia de cualquier situación que se esté dando en el país.