Sí, muchos todavía estamos indecisos, recorriendo cientos de webs y portales para elegir nuestras vacaciones de 2017. Conocer las grandes capitales de Europa, visitar lugares inolvidables de África, desconectar en playas de ensueño de Asia o recorrer los grandes países de Latino América. ¿Cuál es tú elección?

Te queremos ayudar y contarte por qué, finalmente, podrías decantarte por Bolivia. Es uno de los países más desconocidos de Latino América, pero su diversidad, su gente y su historia, su cocina y lo más importante, el Salar de Uyuni, no puedes dejar de conocerlos.

El Salar de Uyuni

A 3.663 metros sobre el mar, se sitúan 12.000 km² del mayor desierto de sal del mundo. Dicen que en este inmenso desierto se encuentra el 70% del litio del mundo y está situado en el mismo lugar donde hace miles de años se encontraba el Lago Minchin.

Muchos dicen que posiblemente andar a través del Salar de Uyuni es similar a andar en la luna, por su entorno geográfico y el color de suelo. Un lugar maravilloso que también es conocido como el espejo del mundo, por su capacidad de reflejar el cielo en su suelo. Cientos de fotos lo muestran, pero solo se pueden hacer en la época de lluvias, cuando una pequeña capa de agua cubre el suelo salado.

Sin embargo, la mejor época para conocerlo es de abril a octubre, que coincide con nuestro verano. 🙂

¿Qué te proponemos?

Desde CODESPA trabajamos con las comunidades más vulnerables del Salar de Uyuni. Y te proponemos que abras tu mente, y que te ‘lances’ a vivir un turismo diferente y vivencial. Una aventura que nunca podrás olvidar, conociendo a culturas ancestrales y a unas personas maravillosas. ¡Te lo aseguramos!

Visitarás el Salar de Uyuni, apreciarás el volcán Thunupa en su esplendor desde un mirador y conocerás la cueva de las momias de Coqueza. En un segundo día continuarás el viaje hasta la comunidad de San Cristóbal, aquí visitarás su iglesia (nominada como patrimonio cultural por la UNESCO ) y descubrirás la verdadera historia de San Cristóbal, de la mano de los guías locales.

Todo esto adentrándote de una forma muy especial en su cultura y probando platos típicos basados en la carne de llama y quinua real. Un viaje, que sí, también te permitirá mostrar que un turismo diferente es posible. Un turismo que incluya a los más vulnerables y que permita a las comunidades, a través del trabajo, salir de la situación de pobreza en la que se encuentran.

Si finalmente te decides por este viaje, unos consejos

1. La elevada altura provoca que muchas personas se quemen la piel. No te olvides de tus gafas de sol, un gorro y crema solar.
2. Unas botas extras.
3. Como todos los desiertos, su temperatura baja por la noche, por lo que no puedes olvidarte de tu ropa de abrigo.
4. Cuando uno visita un desierto nunca debería olvidarse un poco de agua y algún que otro snack. 😉
5. Sacos de dormir.
6. Si vas en época de lluvia, la ropa impermeable es fundamental.
7. Y por último, no te olvides de tu cámara con una batería extra. La necesitarás, te lo prometemos.

Si te hemos convencido y has decidido conocer Bolivia, puedes contratar alguna ruta que te permita conocer el Salar de Uyuni a través de uno de los portales que apoyamos, llamado Ruta Pachamama. No dudes en preguntarnos y lánzate a conocer este desierto inigualable, ayudando a los más vulnerables.