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Una carrera continua, de 58 años, llena de obstáculos en Angola

Francisco Venta vive en el municipio de Bailundo, en Angola. Caminos de tierra, en su mayoría intransitables y puentes de madera, muchos de ellos con más de 20 años, unen Huambo, capital de la provincia, con su pequeña comunidad. Unas ‘carreteras’ que no siempre se pueden recorrer.

Francisco es una persona amable y conocida en toda su comunidad, sus vecinos se acercan a él y no duda en recibirlos, siempre abierto a ellos. Padre de una familia numerosa, en más de una ocasión se ha visto obligado a marcharse fuera de su comunidad a buscar un trabajo que le diera dinero para cuidar de sus hijos.

Sus palabras muestran su experiencia, 58 años le contemplan. Cada día, y a pesar de todos los problemas, siempre tiene una sonrisa para cada uno que se le acerca. Él, por su propia experiencia, cree que la educación es importante, que les ayudará a cambiar su comunidad y por ello, constantemente aconseja a todos sus vecinos que se esfuercen para que sus hijos puedan acudir a la escuela.

Un líder comunitario

Pescador, peón en una obra o en la fabricación de cal viva en una pequeña fábrica, son algunos de los cientos de trabajo que ha desarrollado, pero ninguno de ellos le daba el dinero para poder salir de la situación de la pobreza en la que se encontraba su familia. La eterna guerra que vivió el país destruía cada paso que daban, dejándoles sin nada.

Francisco Venta y su familia

Siempre volvía a su comunidad, con una pequeña bolsa de dinero pero que no daba para mucho. Convencido que sus tierras son su futuro y el camino para ‘saciar’ el hambre que viven los niños de la comunidad, comenzó a formar parte de nuestros proyectos desde el principio.

Formo parte de la cooperativa para aprender a seleccionar las mejores semillas y multiplicarlas, con el objetivo que todos tuvieran acceso a ellas. Asistía periódicamente a las escuelas de campo, para aprender de nutrición, de técnicas de cultivo o cómo la leche de soja puede ayudar a los más pequeños. Tal era su empeño y trabajo, que incluso al principio no podía sacar tiempo para sus propias cosechas.

Proyectos como los que desarrollamos, las escuelas de campo que son espacios abiertos donde las comunidades aprenden técnicas de cultivo o aspectos nutricionales, requiere que estemos largos periodos con las familias. Así, como Sementes do Planalto, una marca de semillas que hemos creado para que puedan acceder a precios justos: aprender a seleccionar las semillas mejores, multiplicarlas con las técnicas correctas, así como el control y seguimiento del ‘préstamo en especie’ de las mismas, demanda mucho tiempo y esfuerzo de ellos.

Rápido aprendió nuevas técnicas, la importancia de diversificar sus cultivos y otros aspectos que ahora pasa a sus vecinos. Él nos cuenta que no puede permitir que este trabajo desaparezca, que estas nueva forma de trabajar todos juntos no puede pararse ahora.

¿Cómo todo está cambiando?

Es cierto, no podemos decir que todo está resuelto. Él mismo nos cuenta como todavía hay problemas que no hemos podido resolver. La terrible sequía que ha golpeado el país le provocó grandes pérdidas, muchas familias de las comunidades cercanas todavía sufren periodos de hambre y necesitan ingresos estables, que les ayuden a asegurar su futuro.

Su comunidad da pasos que quiere que todos puedan dar. Ahora, producen diferentes alimentos y en cantidades que les permiten, cuando se unen, no solo alimentar a sus familias para alcanzar su seguridad alimentaria, también comercializarlas para obtener ingresos; y el molino que han comprado, se lo facilitará. Leche de soja o la misma soja, frijoles, maíz e incluso las ‘semillas mejoradas do planalto’ son productos que podrán comercializar y les ayudaremos a que lo hagan a un precio justo.

Él nos cuenta que la vida es una carrera que quiere ganar, no solo para él o su familia, también para su comunidad. Va a continuar animando a la gente a unirse a la cooperativa, ayudando a las familias a superar sus problemas y promoverá todo lo que está aprendiendo, para que no desaparezca en los próximos años.